Me cuelgo a partir de la declaración pública que emitió la comunidad migrante en nuestro valle, denunciando prácticas abusivas, discriminación y falta de políticas comunales para atender los requerimientos de un proceso migratorio, que guste o no guste a algunos, ya es un hecho concreto en nuestro valle.
Poco importan las razones del por qué esta gente decidió dejar sus países y venir a Chile, buscando mejores oportunidades laborales, escapando de conflictos sociales o qué se yo; lo cierto es que hay que tener en claro que son personas al igual que los chilenos y chilenas, y no por ser campeones de América nos vamos a creer más de la cuenta.
¿Por qué ese trato con ellos?¿Por qué cuando pasan por la calle instintivamente dicen “ahí van los negros”? Me pregunto, pasará lo mismo si en vez de una migración afro-americana, hubiese sido europea o estadounidense”.
Cuesta muchas veces creer que hay gente que cree que la población migrante viene a traer enfermedades, a quitar el empleo y un sinfín de cosas. Ojo, esas mismas personas hacen la pega que a usted no le gusta, se sacan la cresta trabajando para recibir sueldos mínimos o incluso menos, y sólo para mandarlo a sus familias en el extranjero.
Y no digan que traen enfermedades, estas mismas llegaron con los españoles hace siglos. ¿Lepra? Se preguntará, usted. Ojo, hay enfermedades mucho más complejas como el Sida por ejemplo y que nadie dice nada respecto a su origen. Así que no destruyan a 3 haitianos por padecer esta enfermedad que tiene cura, el Sida no la tiene hasta el momento, y tampoco el racismo.
Son decenas las denuncias que se hacen también respecto de la pésima calidad de vida que tienen las personas migrantes en nuestro valle. Viven todas hacinadas en piezas que sobrepasan su capacidad, muchos en pleno invierno ocupaban sólo sandalias, y lo que es peor, sus arrendatarios les cobran “un ojo de la cara” por un servicio por lo menos, paupérrimo.
¿Por qué ese trato con ellos?¿Por qué cuando pasan por la calle instintivamente dicen “ahí van los negros”? Me pregunto, pasará lo mismo si en vez de una migración afro-americana, hubiese sido europea o estadounidense.
Piénselo bien, nosotros somos una “raza” mestiza, entre mapuches y españoles. Además, ha pensado usted en los miles de chilenos y chilenas que viven fuera de las fronteras. Allá también robaron, allá también contrajeron enfermedades, así que tampoco piense que vamos a ser casi un país en guerrilla con la migración.
Es cierto, como dicen por ahí “de todo hay en la viña del señor”. Pero no los pongamos a todos en un mismo saco, que si es por eso, a los chilenos de afuera los hubiesen mandado hace tiempo de vuelta a estas tierras.
Así que humildemente le digo, a usted, que se aprovecha cobrándoles arriendos descarados, que no los lleva en su colectivo, que los discrimina por ser de otro color de piel, primero mírese al espejo y piense, soy superior o inferior a esas personas. Ninguna de las anteriores; somos iguales.