Los voluntarios trabajaron más de tres horas para desenterrar al animal que se encontraba a la orilla de un canal
QUILLOTA.- Bomberos de Quillota trabajó durante varias horas para rescatar a un perro que estaba enterrado vivo a orillas de un canal en la comuna.
El hecho ocurrió la madrugada del domingo, cuando la Guardia Nocturna de voluntarios de la Primera Compañía de Quillota concurrieron hasta el sector de la Villa El Sendero a la altura de la calle Nemesio Antunez, alertados por vecinos que escuchaban gemir al animal desde al menos dos días sin poder dar con su paradero.
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Los voluntarios, aplicando técnicas de búsqueda y rescate, recorrieron el sector sin encontrar al animal. Sin embargo, cuando estaban a punto de retirarse, el perro -quizás intuyendo con sus últimas fuerzas que había ayuda cerca- volvió a gemir y fue oído por uno de los bomberos, quien saltó al canal encontrando al animal enterrado vivo.
Solo asomaba la nariz del perro. Todo su cuerpo estaba enterrado. Rápidamente se estableció un protocolo de rescate y los voluntarios estuvieron bajo una persistente llovizna y soportando solo 4 grados de temperatura por más tres horas hasta que lograron desenterrar al afligido animal.
El teniente de Bomberos, Rodrigo Fernández, estuvo a cargo de dirigir las tareas de rescate y contó que “se encontró al perro enterrado en una zanja más o menos a un metro (de profundidad) con solo su nariz al exterior. La liberación del can duró aproximadamente unas tres horas porque se trabajó solo con material manual para no causarle más daños. El perrito estaba anímicamente bien pero físicamente muy delgado”.
Una vez que el animal fue desenterrado, quedó al cuidado de una familia de venezolanos que viven en el sector y que habían dado la alerta a Bomberos, además se tomó contacto con el municipio para que un veterinario pudiera realizar los chequeos médicos correspondientes.
Hasta ahora no se ha podido establecer si el animal fue víctima de un derrumbe fortuito del talud del canal mientras transitaba por el sector o si fueron terceras personas las que lo enterraron vivo.
