Daniela Romero realizó un voluntariado en el Parque Machía, en Cochabamba
LOS ANDES.- Con el deseo de ganar una nueva experiencia para su carrera, la andina Daniela Romero Calderón, de 25 años, hoy veterinaria de la Universidad Santo Tomás de Viña del Mar, decidió averiguar por Internet –con la ayuda de la ONG “Viajes Tumaini”– cómo realizar un trabajo de voluntariado para la conservación del medio ambiente y de animales silvestres, un tema que le apasiona.
Gracias al apoyo que recibió de Tania Baltazar, administradora y una de las fundadoras de esta ONG que sensibiliza el maltrato animal y la comercialización de crías, Daniela logró dar con el lugar ideal para concretar su sueño: el Parque Machía, en Rurrenabaque, Bolivia.
Este centro se especializa en el manejo de “monos capuchinos”, “monos arañas”, tejones y varias especies de aves. En el parque, según cuenta la joven veterinaria, viven 30 más de 350 animales de casi 30 especies distintas, incluso especies en vía de extinción como el oso de anteojos, la paraba y la tortuga.
“Mi trabajo fue destinado al área de monos arañas, conocidos también como los negros, por su color característico de pelaje. Como requisito para trabajar en esta área, debes estar viviendo mínimo un mes en el parque, más que nada para evitar la rotación constante de los voluntarios”, cuenta Daniela, quien además de tener una gran pasión por su carrera, se encuentra desarrollando una organización llamada “Aconcagua fértil” en tierras andinas.
Actualmente, Daniela Romero se encuentra en el neotrópico de Brasil en búsqueda de un lugar donde pueda continuar su aprendizaje sobre estos “maravilloso animales”.
Es por esto que logró contactarse con el centro de Primatología de Rio de Janeiro, dedicado al estudio de la conservación de primates. Allí, es el médico veterinario Alcides Pissinatti una de las mayores autoridades brasileñas en el estudio de primates del neotrópico y quien lidera esta institución. “Es respetado y reconocido por ayudar a salvar varias especies en peligro de extinción”, señala Daniela.
