El asaltante tiene otras 30 causas por delitos similares
QUILLOTA.- “Yo sentí unos gritos, miré por la ventana y al frente los vecinos tenían la puerta abierta. Me percaté que habían intentado robar un auto, así que bajé a revisar el mío ya que estaba afuera. Ahí vi que los vecinos tenían retenido al delincuente que intentó robar su vehículo”. Así relató un joven de la Población Beatita Benavides lo que ocurrió la madrugada del jueves, asustado aún por la experiencia vivida.
La situación país ha caldeado los ánimos de la gente, generando un temor mayor al normal a raíz de los actos delictuales que ocurren a diario. En esta ocasión, fue a eso de las 5 de la mañana cuando un hombre abrió uno de los tantos vehículos que están estacionados en el pasaje Pancracio, de la población mencionada.
La propietaria del vehículo se encontraba despierta en ese momento, por lo que al sentir ruidos afuera de la casa se acercó a mirar por la ventana y alertó a su esposo que alguien intentaba robar algunas cosas del auto o incluso llevárselo.
De inmediato, el hombre salió de la casa y logró retener al delincuente, mientras alertaba a otros vecinos que salieron a ayudarlo. Todos, en defensa por la agresividad del sujeto, comenzaron a darle golpes de puño y patadas e incluso alguien le lanzó un ladrillo en la cabeza.
Luego de unos minutos Carabineros llegó al lugar pero de inmediato solicitaron la presencia de una ambulancia, pues el antisocial que fue identificado como Héctor Riveros Rojas, de 26 años y con domicilio en Limache, se encontraba con algunas lesiones.
Este hombre, que presenta cerca de 30 formalizaciones por delitos como robo en lugar no habitado, receptación, violación de morada, hurtos, ente otros, fue llevado hasta el Hospital San Martín donde, al cierre de esta edición, se mantenía en observación en la unidad de Emergencias.
ORGANIZACIÓN DE LOS VECINOS
Afortunadamente, en esta ocasión el robo no se concretó. Esto no es de extrañar, ya que desde hace varios meses se organizaron para disminuir la cantidad de delitos al interior de la población. Según cuenta la presidenta de la junta de vecinos, Olga Cisternas, con las alarmas comunitarias y grupos de WhatsApp han logrado coordinarse.
“Cada pasaje tiene su WhatsApp y todos sabemos lo que está ocurriendo. Además tenemos tres vecinos que hacen rondas durante la noche para verificar que todo esté bien. Si ha pasado algo hacemos sonar las alarmas y salen todos de inmediato” explicó Olga.
Sin embargo, aunque durante los últimos días la preocupación de la comunidad ha aumentado debido a las constantes marchas y algunos desmanes que han ocurrido en la ciudad, lo que los lleva a reaccionar de manera más violenta, controlar la delincuencia en su población es un trabajo que vienen realizando desde hace varios meses.
Cabe destacar que esta población cuenta con 300 viviendas, albergando a más de mil personas en los cinco pasajes, en su mayoría adultos mayores, los que reciben bastante ayuda de las delegadas de cada pasaje para resguardar su seguridad.
