“Desde hace un año duermo con un cuchillo en el velador” comentó angustiada vecina del Complejo Habitacional San Isidro
QUILLOTA.– El Complejo Habitacional San Isidro es el típico barrio cuyos vecinos son en su gran mayoría adultos mayores, un lugar en el que podría desarrollar fácilmente la vida en comunidad y así es, aunque todo se ha complicado desde hace aproximadamente un año, cuando vecinos indeseables llegaron al barrio, lo que ha significado graves consecuencias para todo el sector debido al aumento de la delincuencia. “Mis papás son adultos mayores y mi casa está desprotegida, no tengo ni protecciones en las ventanas, así que desde hace un año duermo con un cuchillo en mi mesa de noche”, cuenta una vecina para graficar la angustia que está viviendo.
Al llegar a la Sede de la Junta de Vecinos del sector, lo primero que llama la atención es la gran cantidad de alimentos y demás elementos que han reunido para ir en ayuda de los damnificados de Quilpué, un gran esfuerzo de los vecinos que se ve empañado por una situación ajena a ellos. Se les ve cansados, pero no por la agotadora campaña, sino porque la madrugada del miércoles no pegaron un ojo para apoyar a carabineros en la búsqueda de un escurridizo delincuente.
NOCHE DE PESADILLA
Fue cerca de la una de la madrugada cuando una vecina dio la alerta sobre la presencia de este sujeto tratando de ingresar a una casa. A los pocos minutos llegó la primera patrulla de carabineros y dio inicio una persecución que duró más de una hora en la que un contingente policial y más de una decena de vecinos buscaron al antisocial por todo el barrio, hallándolo finalmente al interior de un tambor de almacenaje de agua ubicado en el patio de una vecina.
El sujeto fue identificado con las iniciales R.A.C.S. de 36 años de edad quien mantenía tres órdenes de detención vigentes por los delitos de Amenazas simples, Robo en Bien Nacional de uso Público y Robo en lugar no habitado. Fue trasladado hasta el calabozo de la Séptima Comisaría de La Calera y al día siguiente pasó a audiencia de control de detención en el Tribunal de Garantía de Quillota.
Aunque el la situación terminó con un detenido, los afectados señalan que por una parte hubo otro sujeto rondando que los mantuvo alerta por el resto de la noche, así que no pudieron dormir y no conforme con eso la presideta de la Junta de Vecinos Berioska Moreno señaló a “El Observador” que lamentablemente esto no fue un hecho aislado, ya que ha sido una constante desde aproximadamente un año, cuando comenzaron a desarrollarse actividades sospechosas en una vivienda del sector la que llama “la casa roja”. “Llegó a vivir una persona ahí y comenzaron a vender droga, construyó piezas que ahora arrienda de forma irregular y desde ahí es cosa de todos los días que salen personas a vigilar el barrio y en la noche ocurren los robos”, explicó.
BUSCAN SOLUCIONES
La dirigente señaló que al principio los robos eran muy parcelados y comenzaron con algunos elementos que dejaban en los antejardines, pero al poco tiempo comenzaron a ser cada vez más descarados. “Después empezaron meterse a los patios, después han ocurrido muchos asaltos en los pasajes, cada vez estamos peor y no sabemos qué hacer para que puedan desalojar esa casa”, comentó preocupada la mujer, quien agregó que están trabajando con la Municipalidad, realizando diversas gestiones que puedan contribuir a mejorar la seguridad de los vecinos y vecinas del sector.
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