Municipalidad de San Felipe decretó emergencia sanitaria, sin embargo, al cierre de esta edición se esperaba el pronunciamiento del Servicio de Salud de Aconcagua
SAN FELIPE.- Un verdadero drama sanitario están viviendo las más de dos mil personas que viven en el sector de El Algarrobal en San Felipe, luego de que la planta de tratamiento de aguas servidas que opera en el sector paralizara sus funciones el pasado 26 de febrero, provocando que los desechos se acumulen en sus dependencias generando una verdadera peste de mal olor.
El tema ha provocado tal revuelo, que incluso el Colegio “Heriberto Bermúdez” que funciona a tan sólo metros de esta planta, tuvo que suspender sus clases el pasado martes producto de los malos olores, al tiempo que los afectados solicitaron a las autoridades de salud decretar alerta sanitaria para atender como corresponde el problema.
Andrea Quijanes, presidenta de la junta de vecinos número 26, entregó algunos detalles respecto del funcionamiento y los problemas que ha tenido esta planta de tratamiento de aguas servidas en ese sector.
“La planta está parada sin funcionamiento. Antes había tenido algunos problemas pero desde el 26 de febrero que paró, colapsó y se llenó de desechos y no funciona”.
“Esta es una planta de tratamiento de aguas servidas que la administra la APR de acá de El Algarrobal, que se lo pasó la municipalidad a partir de un comodato precario que sólo habla del terreno y no del funcionamiento de la planta en sí. Entonces se lo dieron a la APR y la administra como puede, pero nunca le dieron asistencia técnica para saber cómo funcionaba, la instalaron y se desligaron”, agregó la dirigenta.
La planta se ubica muy cerca de las poblaciones, contó Andrea Quijanes, “está encima de la gente, usted cruza la calle y está la población y a 50 metros está la escuela. La planta está frente al pasaje Santa Teresa con la calle principal de este sector”.
Como la planta derechamente se llenó de desechos orgánicos, los malos olores están presentes las 24 horas del día, hedores que además se ven agudizados por las altísimas temperaturas de este período.
“La gente que vive frente a la planta no puede siquiera abrir las ventanas de sus casas, lo mismo que en el colegio. Imagínese el almuerzo, el desayuno para esta gente, es totalmente desagradable para ellos y para todos en general”, agregó la presidenta de la unidad territorial.
Para colmo, los vecinos cuentan que la planta fue creada para atender la demanda de unas 20 familias del sector, pero este número actualmente se ha triplicado, lo que sumado a la precaria tecnología con que opera, pone una nueva incertidumbre al problema.
Y si ya la planta es tema, también habría que sumar que además de no poseer alcantarillado, los habitantes de El Algarrobal están casi sin agua en un radio cercano a las cinco cuadras, incluyendo la escuela.
Más detalle de esta noticia en la edición impresa de diario “El Onservador de Aconcagua” de este viernes 23 de marzo