Vecinos se organizaron para visitarla y entregarle contención en estos complejos días que está viviendo
SAN FELIPE.- María Ulloa tiene 68 años y vive en la Villa El Señorial, con su esposo e hijo. Este último, la noche del sábado 28 de noviembre, la golpeó fuertemente e intentó quemar la casa con ella dentro, pero afortunadamente sus vecinos la escucharon gritar y la alcanzaron a rescatar de lo que podría haber sido un trágico final.
Esto no dejó indiferente a los residentes del barrio, por lo que la presidenta de la Junta de Vecinos, Érika Álvarez, organizó una red de contención para la mujer afectada, ya que ella aún no entiende por qué su hijo reaccionó con ese nivel de agresividad en contra de ella.
“Él no era así, era un hombre trabajador, respetuoso con todos y con nosotros también. Pero empezó esta maldita pandemia y se quedó sin trabajo. Mi hijo era maestro de la construcción”, relató la mujer, quien cree que hubo otras razones que fomentaron este cambio en su personalidad.
“Comenzó a frecuentar la Villa Departamental y empezó a cambiar de a poco, ya que cayó en el alcohol y en las drogas”, le comentó aún afectada a la presidenta de la Junta de Vecinos de la Villa El Señorial, en una visita de apoyo que la adulto mayor recibió.
Entre sollozos, esta mujer y madre aseguró que no sabía nada sobre el paradero de su hijo, a quien no puede ver ni acercarse ya que, tras el control de detención realizado al día siguiente, quedó con la medida cautelar de prohibición de acercarse a la víctima.
“Yo no lo he llamado porque no anda con teléfono, no he podido comunicarme con él y anda sin documentos porque ese día se le quedó el banano en casa. Él estaba trabajando en una casa particular, pero no he querido preguntar por él en su trabajo”, aseveró la mujer.
PIDE AYUDA PARA SU HIJO
Si bien al día de hoy cuenta con una alarma de emergencia que le proporcionó la Fiscalía, además de recibir tratamiento psicológico, su desconsuelo pasa por el destino que le depara a su hijo, a quien describe como “una persona responsable, que me aportaba con dinero para la quincena. Me daba 50 o 100 mil pesos, dependiendo lo que ganara”.
Agregó que “antes era un hombre humilde. Mi marido me dice que desde que comenzó a juntarse con esa gente él ya no es el mismo, se puso contestador”. Por eso, la mujer ruega por ayuda para que su hijo se pueda rehabilitar y sea rescatado del alcohol y las drogas.
La presidenta de la Junta de Vecinos, Erika Álvarez, comentó que esta grave situación no es nueva, ya que antes el hijo de María Ulloa amenazó con matarse usando una escopeta e intentó usar una motosierra para causarle daño a sus padres. Por eso, dijo que esto debe ser una señal de alarma para todos, porque no quieren lamentar un desenlace fatal en esta historia.
Por lo mismo, están muy pendientes de las necesidades de su vecina y decidieron visitarla constantemente. Además, comenzaron con gestiones para ayudar a su hijo y escribieron una carta dirigida a la directora del Servicio de Salud Aconcagua, Susan Porras. “La idea es que él reciba apoyo y sea internado”, expresó Erika.
Fotografía referencial.