Vecina de La Cruz falleció esperando la entrega de su casa propia

Publicado el at 6:40 pm
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Ana Luisa Allendes sufrió una crisis de asma y no alcanzó a recibir  atención médica

LA CRUZ.- Unas amargas fiestas están viviendo los vecinos de la Población 28 de Marzo, ya que no sólo continúan padeciendo las precariedades que acarrea vivir en el cerro sin algunos de los servicios básicos, sino que además tuvieron que soportar una triste Navidad en la que despidieron a una de sus vecinas más antiguas y queridas.

Ana Luisa Allendes Menares tenía 85 años y era oriunda de la comuna de Quilpué. Quedó huérfana a temprana edad por lo que fue criada por su abuela y, tras el fallecimiento de ella, por sus hermanos mayores, con quienes llegó a vivir a La Cruz cuando tenía cerca de 17 años.

Fue en la capital de las paltas donde conoció a quien fuera su marido por 65 años, el respetado dirigente vecinal Bartolomé Heriberto Aravena Díaz, con quien se fue a vivir en un comienzo al sector de Arauco, a la altura del paradero 17. Sin embargo, tras el terremoto de 1965, su casa quedó reducida a escombros, por lo que debieron buscar un nuevo hogar.

CASA EN EL CERRO

Comenzaron a buscar un nuevo terreno para construir su casa y lo encontraron en el cerro 28 de Marzo. Según comentó su nieta Claudia Órdenes, la edificación se realizó incluso antes que se construyera el camino internacional, por lo que al iniciar los trabajos de aquella obra vial todos quienes tenían casa a los pies del cerro tuvieron que trasladarse hacia la parte alta.

A pesar de todas las incomodidades, Ana y Bartolomé vivieron allí durante 52 años, aunque por razones obvias durante su juventud el camino se les hizo mucho más fácil. De acuerdo a lo expresado por su nieta, siempre fue complejo realizar acciones cotidianas, como subir un cilindro de gas, y vivir sin algunos servicios básicos como el alcantarillado.

“Mi abuela tenía asma crónico y vivir en el cerro hacía todo más difícil. Durante sus últimos años ella prácticamente no bajaba, era un suplicio que el personal del SAMU pudiera ir a verla cuando sufría alguna crisis de asma”, manifestó Claudia, señalando que su abuela ya no era capaz ni siquiera de asistir a los controles médicos en el consultorio. Eso sí, recibía esas atenciones en su propio domicilio.

CRISIS DE ASMA

 Según relató su familia, en varias oportunidades Ana sufrió los embates de su enfermedad y tuvo diversas crisis de asma, debiendo movilizar a los vecinos de la Población e incluso a los bomberos de La Cruz. En algunas oportunidades, los voluntarios fueron los encargados de bajar a la adulta mayor desde el cerro hacia el centro para llevarla a algún centro asistencial.

Lamentablemente, la jornada del domingo último las condiciones se tornaron más adversas que nunca, dijo su nieta, quien aseguró que su abuela amaneció sintiéndose muy débil, lo que se acrecentó pasado el mediodía. A eso de las 16 horas comenzó con una nueva crisis, por lo que “llamamos a la ambulancia, pero no había ninguna disponible, además que por ser una paciente crónica y debido a sus edad, no era prioridad, de tal manera que no pudo recibir atención y falleció”, lamentó Claudia con desazón al tener que despedir a su abuela de una manera tan triste.

NO PUDO RECIBIR SU CASA

Uno de los grandes sueños de Ana, y que lamentablemente no pudo concretar, era recibir su casa nueva en la parte baja de La Cruz. Fueron años de espera que no se verán recompensados, lo que tiene muy tristes a sus familiares, ya que “pese a todos sus problemas mis abuelos nunca quisieron irse de ahí y tampoco irse con ninguno de sus hijos, porque querían cumplir su sueño de tener su casa, la que llevan a esperando por más de 14 años”, dijo Claudia.

Finalmente Ana Luis Allendes Menares fue velada en dependencias de la Funeraria Los Paltos y sepultada en el Cementerio de La Palmilla, donde fue despedida por familiares, amigos y vecinos en una emotiva jornada.

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