Por Roberto Silva Bijit
Fundador Diario “El Observador”
Todos conocemos muy bien la letra de ese bolero famoso que lleva por título “Nosotros”. Lo que pocos saben es la buena historia que hay detrás de esa maravillosa canción.
Su autor es un cubano, Pedro Junco Jr., que desde muy niño estudió piano en el Conservatorio de La Habana. Compuso como 30 boleros, pero sin duda, el más inmortal de todos fue “Nosotros”. Nació en 1920 y falleció a los 23 años.
Pedro se enamoraba rápidamente. Cuentan que siguió a una trapecista del circo, que convenció a una monja de convento, que tuvo amores con mujeres casadas, hasta que un día conoció a una joven que estremeció su corazón. Se llamaba María Victoria y pertenecía a la alta sociedad cubana. Sus padres se opusieron terminantemente a que mantuviera una relación con un tipo que no podía ofrecerle nada. Pero se las arreglaban para verse y amarse.
Pero Pedro enfermó de tuberculosis, en una época en que la gente se moría con ese mal. Lo internaron en un sanatorio y no pudo ver más a su amada, para evitar contagiarla.
En esa situación compone para ella el bolero, como una manera de despedirse. Escribió este mensaje precioso, cantado desde hace cerca de 80 años por muchas generaciones.
“Atiéndeme, quiero decirte algo, que quizás no esperes, doloroso tal vez. Escúchame, que aunque me duela el alma yo necesito hablarte y así lo haré. Nosotros, que fuimos tan sinceros, que desde que nos vimos amándonos estamos. Nosotros, que del amor hicimos, un sol maravilloso, romance tan divino. Nosotros, que nos queremos tanto, debemos separarnos, no me preguntes más. No es falta de cariño, te quiero con el alma, te juro que te adoro y en nombre de este amor y por tu bien, te digo adiós”.
Desde su lecho de enfermo, en febrero de 1943, le pidió a un amigo que por favor cantara este bolero en un popular programa de radio, para que ella lo escuchara, para que su novia tuviera una explicación sobre su grave situación.
El bolero fue furor desde que se cantó por primera vez. Mientras se mantenía internado le contaron que su amor había escuchado la canción. Murió semanas después. Ella asistió a su funeral, donde cantaron “Nosotros”, esa melodía que le costó la vida, pero que se transformó en un himno al amor.
Tantas veces que escuchamos y cantamos esta canción, sin saber la profunda historia que tuvo al ser compuesta, la agonía de su autor por enviarle un mensaje a la mujer amada, el uso de la radio para transmitirle antes de morir todo lo que la quería.
Esa frase: “yo necesito hablarte”, nos entrega una clave del amor. Las parejas deben decirse todo lo que se aman, deben interrumpir la incomunicación que las desarma, deben escucharse y conversar interminablemente para que ambos puedan sentirse seguros de los sentimientos del otro.
Lo que le pasó a Pedro es dramático. Se estaba muriendo a los 23 años y no tenía como decirle a su amor lo que le pasaba en su corazón, y para decírselo, lo hizo con una canción, a través de la voz de un amigo y de las ondas sonoras de una radioemisora.
Para tener un buen amor, tiene que ser conversado.
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