Actualmente en la agricultura es imposible pensar en obtener un buen rendimiento sin aplicar la cantidad de fósforo adecuado al cultivo.
Nos hemos vuelto sumamente dependientes de este elemento, y es lógico que sea así; el fósforo es uno de los macronutrientes en la nutrición vegetal y, como es sabido, tiene múltiples funciones dentro de las plantas, entre ellas la más importante, el transporte y almacenamiento de energía obtenida de la fotosíntesis, con ello el metabolismo de los carbohidratos. Sin embargo, existe un problema con los fertilizantes fosforados:
- En Chile: son utilizados en sobremedidas.
- En el mundo: las fuentes de fósforo se están agotando.
ORIGEN
Los fertilizantes fosforados tienen su origen en la explotación de minerales ricos en fósforo. Si bien se presentan en variadas concentraciones, la principal fuente de este mineral es la apatita. Minas de apatita se encuentran distribuidas en todo el mundo, pero cerca del 80% de los mayores depósitos son explotados en China, Marruecos, África y los EE.UU.
Las apatitas o rocas fosfóricas cálcicas destacan por su escasa solubilidad en agua, por lo que estas son sometidas a varios procesos de purificación y concentración para fabricar fertilizantes fosforados como el superfosfato triple (TSP) y finalmente el ácido fosfórico.
La purificación de la roca fosfórica resulta de la aplicación de ácido sulfúrico. El ácido permite la extracción de las altas concentraciones de calcio que existen naturalmente en la roca como sulfato de calcio. Esta inyección de ácido sulfúrico se realiza reiteradas veces hasta obtener el mayor grado de pureza de roca fosfórica quedando como ácido fosfórico. Luego, a partir de este pueden fabricarse otros fertilizantes fosforados como los son: fosfato monoamónico y fosfato diamónico.
El superfosfato triple es uno de los primeros resultados de atacar la roca fosfórica con ácido sulfúrico. Una que quitado gran porcentaje de calcio se inyecta con ácido fosfórico puro, lo que produce un concentrado fosfórico más enriquecido en fósforo y prácticamente sin aporte de azufre. En cambio, el fosfato monoamónico y fosfato diamónico se fabrican a partir de ácido fosfórico puro más agua amoniacal concentrada, es por esto que ambos fertilizantes poseen índices de acidez.
DÉFICIT DE YACIMIENTOS / FERTILIZACIÓN EXCESIVA
La alta demanda por fósforo va en camino a encontrarse con la próxima escasez de depósitos de roca fosfórica en el mundo. Estudios estiman que el máximo “peak” de extracción se dará en el año 2035 (2010, Cordell, D.) y luego de eso, la oferta no podrá suplir a la demanda.
Lo anterior es tan drástico que se estima que dentro este mismo siglo no quedarán yacimientos de roca fosfórica para explotar.
El problema está en que las fuentes de fósforo no son renovables y no pueden sintetizarse artificialmente lo que pone en riesgo el futuro de la producción agrícola.
Por otro lado, las dosis de fósforo que se utilizan comúnmente a nivel país están sobrestimadas, esto porque ya sea en suelos alcalinos del norte o ácidos del sur el fósforo es fijado por los iones de calcio, aluminio, hierro y manganeso quedando insoluble e indisponible para las plantas.
La forma química que toma el fosfato una vez en el suelo está muy condicionada por el pH (Gráfico 1). Es así como las plantas prefieren absorber P en la forma de orto fosfato primario (H2P04–) que se encuentra a pH 5.5 pero que a la vez queda indisponible ya que se forman precipitados con aluminio (Gráfico 2).
Otra característica del fósforo es que es absorbido mayoritariamente por intercepción con los pelos radiculares, por lo que necesita estar en contacto con las raíces para ser absorbido y esto aumenta la ineficiencia de la fertilización fosforada ya que, al formar precipitados de aluminio u calcio, el fósforo no puede moverse a mayores profundidades quedando disponible solo en los primeros centímetros de suelo.
ULTRASOL PRO-P®: Una tecnología de eficiencia
Ultrasol Pro-P® es el nuevo fertilizante fosforado de SQMC de alta eficiencia. Este fertilizante ha sido tratado con un biopolímero sintético patentado de gran tamaño molecular, con carga eléctrica negativa y alta capacidad de intercambio catiónico. El gran tamaño y carga negativa de la molécula del ProP ®, se adhiere a las moléculas con carga positiva del suelo como el calcio, aluminio o manganeso, generando una barrera entre estos elementos y el fosfato. Esto permite que el nutriente P esté más disponible para la absorción por parte de la planta en crecimiento, aumentando la eficiencia del nutriente en el suelo. Por otro lado, mejora y potencia la disponibilidad y absorción de otros cationes como calcio, potasio y magnesio.
“La molécula del ProP® es biodegradable, no tóxico para humanos, animales, plantas acuáticas y terrestres.”
Ejemplos del efecto de Ultrasol Pro-P® en el suelo:
El grafico 3. Muestra como Pro-P® aumenta la disponibilidad de fósforo como P Olsen. En este experimento se utilizó un suelo pobre el P Olsen (4 ppm) como testigo para luego poder comparar el efecto de una fertilización fosforada normal y una protegida con Pro-P®. Se aplicaron 73 U de P2O5 como fosfato monoamónico y como Pro-P®. La aplicación de fosfato monoamónico, logró un incremento de 2,4 ppm de P Olsen vs la aplicación de Pro-P® que aumentó en el suelo 5,8 ppm de P Olsen. Esto genera 50% mayor contenido de P-Olsen respecto a la aplicación de fosfato monoamónico.
Ultrasol Pro-P® mejora la movilidad de fósforo en el suelo. Esto permite aumentar el nivel de fósforo a distintas estratas de suelo, ya que normalmente el fósforo aplicado es rápidamente fijado en los primeros centímetros de suelo, por lo tanto, Pro-P® permite mayor contacto con la masa radicular más profunda.
En el caso del gráfico 4. se evaluó la disponibilidad de fósforo a distintas profundidades. Se aplicó 73 U de P2O5 como fosfato monoamónico y como Pro-P® a un suelo pobre en P Olsen (4 ppm) pero esta vez se aplicó una columna de agua constante permitiendo un drenaje de 30%. Los resultados muestran que Ultrasol Pro-P® permite que el fósforo en solución se mueva a través del perfil del suelo versus fertilizantes fosfatados sin protección, en donde el fósforo queda fijado en los primeros 10 cm. La concentración de fósforo en solución lograda en los primeros 30 cm con Pro-P® es casi 9 veces mayor que la concentración de fósforo en solución lograda con fosfato monoamónico tradicional.
Beneficios de Ultrasol ProP®
- Minimiza la fijación de fosfatos por Ca, Al y Fe en el suelo, mejorando con esto su eficiencia.
- Aumenta la movilidad del P en el perfil del suelo. Su mejor distribución permite más puntos de contacto entre P y las raíces, maximizando su absorción.
- La mayor eficiencia de absorción de P permite reducir la dosis de aplicación.
- Genera mayor desarrollo radicular y crecimiento aéreo en etapas de desarrollo tempranas.
- La mayor disponibilidad y absorción de P, asegura el almacenamiento y transporte de energía necesarios para procesos de crecimiento, floración y cuajado de frutos.
- ProP® también mejora la absorción de cationes como Ca, K y Mg y microelementos como Zn, Fe y Cu.
- Evitar deficiencias inducidas por la aplicación excesiva de fertilizantes fosforados.