Una confesión de Hugo Bustamante permitió encontrar en junio del año pasado los restos de Isabel Hinojosa y Eduardo Páez, madre e hijo que fueron ultimados por el psicópata en 1996
VILLA ALEMANA.– Fueron casi tres décadas para que la familia de Isabel Hinojosa y Eduardo Páez Hinojosa pudieran despedir los restos de esta madre e hijo, desparecidos en 1996 y quienes habrían sido las primeras víctimas de Hugo Bustamante, más conocido como el “psicópata del tambor”.
El paradero de ambos estuvo oculto hasta el año pasado, cuando el psicópata reveló estos crímenes desconocidos a la periodista Ivonne Toro de Ciper, durante una serie de entrevistas que le realizaba para la edición de un libro sobre el crimen de Ámbar Cornejo, del cual Bustamante hoy cumple cárcel de por vida.
Luego vino la confesión a Gendarmería del lugar exacto en que ambos estaban enterrados y tras las pericias de la PDI y Fiscalía, el 7 de junio de 2024 dieron con los cuerpos, en la misma vivienda donde fue encontrado el cuerpo de Ámbar Cornejo.
Eduardo Páez y Hugo Bustamante se habían conocido en la cárcel y tras quedar ambos en libertad, mantenían una relación de amistad, conocida por la familia de ambos.
En este contexto, en junio de 1996, sostuvieron una discusión por dinero en el domicilio de Bustamante de calle Covadonga 641, en Peñablanca, donde éste le dio muerte al golpear su cabeza con un objeto contundente.
Los antecedentes apuntan a que luego de esto, fue a buscar la madre de Páez y la llevó con engaños a su domicilio, donde la asfixió; para luego pasar la noche con ambos cuerpos en su dormitorio y al día siguiente arrojarlos al pozo séptico que usaban, el cual clausuró.
Tras el descubrimiento de ambos cuerpos, que se encontraban en estado de reducción esquelética, se realizaron una serie de pericias en el Servicio Médico Legal de Valparaíso para establecer con exactitud sus identidades y causas de muerte, para la investigación y juicio en contra de Bustamante por este doble homicidio, el que se realizará por el sistema procesal antiguo.
En tanto, tras la autorización del SML, una funeraria retiró las cajas que contenían los restos de ambas víctimas, que fueron cremados para la misa fúnebre que les brindaron sus familiares, el pasado sábado 29 de marzo de este año, cerrando un capítulo de incertidumbre y profundo dolor.
Foto principal vía web: The Clinic