Transgénero quillotana demandó al Estado y obtuvo carnet de identidad de mujer

Publicado el at 19/12/2019
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Luego de dos años de lucha judicial y de toda vida soportando la discriminación, por fin Jessica Bernal logró el reconocimiento legal

QUILLOTA.- Cuando un altavoz en el hospital anuncia que es el turno del paciente Marco Antonio Bernal Vega y una mujer se pone de pie e ingresa para recibir la atención, muchas personas que están en la sala de espera miran con extrañeza.

Adentro, los profesionales que están atendiendo no entienden por qué ha llegado una mujer si el paciente que llamaron era un hombre. Es el momento en que Jessica Bernal Vega debe comenzar con una ya habitual explicación respecto a condición sexual, la que -advierte- muy pocas veces es comprendida.

Y es que desde pequeña Jessica -quien se crió en Boco con sus abuelos paternos– se vio enfrentada a malos tratos y a la discriminación de quienes no entendían su forma de ser -más femenina, según cuenta ella- pero a pesar de todos estos malos ratos, sus ganas por sentirse mujer nunca decayeron.

Jessica nació como varón, fue bautizada como Marco Antonio y tratada durante sus primeros años como una persona de sexo masculino, pero en su interior ella siempre se sintió como mujer, por eso, ya en la adolescencia y tras contarles a sus abuelos su situación, inició un proceso para asumir su verdadera identidad de género.

“Mi madre falleció cuando yo era muy pequeña, por eso me criaron mis abuelos paternos y ellos a pesar de ser personas de la tercera edad se lo tomaron muy bien, sobre todo mi abuela, porque cuando yo hablé con ella, solo me preguntó qué quería ser y le dije que quería ser feliz y para eso quería ser mujer. Ella me abrazó y me dijo, ‘yo lo acepto, porque esta mercadería no se devuelve’. Desde ese momento me independicé, me hice una casa en la parte de atrás del terreno de mis abuelos y ya a los 21 años comencé a vestirme de mujer y a ser llamada Jessica”, contó.

De este modo y con la finalidad de lograr un cuerpo con características femeninas, -vale decir una transgénero, que es un hombre que no se ha sometido a cirugía para modificar sus genitales- Jessica y un grupo de amigas en la misma situación, tomó hormonas durante muchos años para ir moldeando sus curvas y aumentando el busto.

No obstante, a pesar de tener muy claro su objetivo, muchas veces Jéssica debió ocultar su naturaleza femenina para obtener trabajos, principalmente en el campo.

En sus recuerdos están los días en que para ir a trabajar debía utilizar ropa de hombre, esconder su pelo largo, pintarse un bigote e incluso hablar de manera más masculina, pues de lo contrario corría el riesgo de perder el trabajo.

“Pasé por muchos lugares, por casas de ambientes, esquinas, la minoría sexual siempre hemos caído en la prostitución, porque es el único lugar donde no te piden tu carnet de identidad ni te tratan mal por tener un nombre de hombre. Además muchas veces, en las calles, cuando me sometían a controles de identidad los carabineros me trataban mal porque vestía de mujer, pero tenía el nombre de un hombre” comenta Jessica.

LEGALMENTE JÉSSICA

Debido a todos los malos ratos que soportó esta quillotana, es que comenzó a pensar en la posibilidad de solicitar una cédula de identidad con su nombre de mujer. Sin embargo hace cuatro años conoció la historia de una amiga que logró cambiar su nombre, aunque legalmente continuaba apareciendo como perteneciente al sexo masculino, por lo que desistió de la idea.

No obstante, ya hace dos años, nuevamente surgió la posibilidad de cambiar de nombre en su acta de nacimiento, por lo que decidió comenzar el difícil proceso.

“Cuando comencé a informarme me atendió primero un abogado en Chile Atiende, me dijo que la gente como nosotros no tenía derecho a tener un carnet con nombre de mujer, fue horrible ese momento. Ahí me fui a Valparaíso y con la Oficina de la Diversidad Sexual nos orientamos y comenzamos todo el proceso -con el apoyo de mi pareja-, inscribiéndome en el consultorio transgénero del Hospital Carlos Van Buren. Tuve que ir muchas veces, hacerme exámenes, consultas psiquiátricas, muchas cosas que a veces eran agotadoras”, manifestó Jessica.

Tras recopilar una serie de documentos, Jessica presentó una demanda al Estado exigiendo cambiar su acta de nacimiento para dejar atrás a Marco Antonio, y asumir legalmente como Jessica Denisse.

Con testigos y las pruebas psicológicas presentadas a principios de este año, al fin Jessica obtuvo un fallo favorable y pudo exigir que el Registro Civil le diera su carnet de identidad con nombre de mujer.

Fue así como, a sus 43 años, el pasado 12 de diciembre, en la oficina del Registro Civil de Quillota esta quillotana pasó a ser legalmente Jessica Denisse Bernal Vega, recibiendo su cédula de identidad que consigna además que pertenece al sexo femenino.

“Esto es una emoción muy grande, porque dejo atrás todos los malos ratos y además demuestro que con la perseverancia sí se puede obtener lo que uno desea. Yo me siento mujer y quiero que las demás chicas trans puedan dar esta lucha, para que nunca más nos llamen en un centro de salud con un nombre de hombre, ni tampoco carabineros u otras personas nos miren raro por estar vestidas de mujer en el carnet que tiene el nombre de hombre” dijo Jessica.

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