En el Congreso, un grupo de parlamentarios cree que algunas canciones del género urbano influyen tanto en niños y jóvenes, que quieren que se prohiba escuchar en los colegios aquellas que inciten a consumir drogas y portar armas. ¿Estás de acuerdo?
No es un misterio que han aumentado los casos en que niños y adolescentes han sido descubiertos portando armas en algunos colegios. A veces, incluso, las muestran explícitamente, como una forma de ganar fama entre sus compañeros. De vuelta a las clases presenciales, también se ha visto un aumento preocupante en los casos de violencia escolar, que tiene a todos los actores involucrados con la educación tratando de explicarse el fenómeno y encontrar la solución.
Un grupo de parlamentarios cree que una de las influencias que reciben los menores de edad para adquirir este tipo de comportamiento está en un tipo de música urbana, que tiene canciones donde se hace mención al uso de armas y drogas. De hecho está tan convencidos de eso, que quieren que se haga una ley para prohibir que se escuchen estas canciones en los colegios.
Uno de ellos es el diputado de Renovación Nacional, Andrés Celis Montt, quien informó que apoyaría la iniciativa de su colega José Miguel Castro, uniéndose a Ximena Ossandón, Sofía Cid, Sara Concha y Marcia Raphael y al presidente de la Comisión de Salud, Tomás Lagomarsino, en el ingreso de un proyecto de ley que “prohíbe cualquier tipo de incitación y/o llamado a consumir drogas y al uso y porte ilegal de armas de fuego y fogueo en canciones y videos musicales en todos los establecimientos educacionales y en todas las actividades que realicen fuera del propio recinto pero dentro del ámbito educacional, incluyendo recreacionales“.
El argumento que dio el parlamentario y sus pares es enfrentar la preocupación sobre hechos de violencia y drogas en que se han visto involucrados niños.
Y los datos no son muy alentadores: Según Carabineros, de los 3.155 jóvenes detenidos por robos en el último año y medio, el 65% ha cometido robos violentos (2.058), los que incluyen portonazos y encerronas.
De hecho, por este último tipo de delito, han sido aprehendidos 317 niños y adolescentes, de los cuales el 61% tenía entre 16 y 17 años al momento de infringir la ley.
Aquí es donde los diputados señalan que una de las malas influencias en la juventud vendría de las canciones que hablan sobre armas y drogas.
Los argumentos para prohibir canciones “pro armas y drogas” en los colegios
El autor del proyecto, José Miguel Castro, describió esta música como “banda sonora de los delincuentes”, diciendo que “no podemos permitir que ahora los delincuentes tengan bandas sonoras y que sean ejemplos para los niños; en el entorno educacional no lo permitiremos“.
“Los niños están en plena formación y debemos procurar que el colegio sea un lugar seguro, donde prevalezcan contenidos que fomenten buenas prácticas y no repliquen ejemplos que pueden ser nocivos para su desarrollo. Es lógico que fuera de ese contexto pueden enfrentarse a juegos violentos, películas etcétera, pero el Estado debe procurar un ambiente sano y libre de violencia, drogas y armas”, agregó.
Por su parte el diputado Andrés Celis Montt comentó que “Este proyecto de Ley previene que nuestros niños se familiaricen con escenarios de violencia y consumo de drogas, al menos dentro de los recintos educacionales, donde lo lógico es que sea un lugar de aprendizaje y con un ambiente sano para formar mejores personas. No estamos en contra de la música urbana o algún género en particular pero creemos que no corresponde que en los colegios se escuchen aquellas canciones que incitan a delinquir”.
En esa misma línea, Tomás Lagomarsino, aseguró que “si bien, no toda la música urbana promueve la violencia, el consumo de drogas y las armas, debemos frenar a los que la promueven”.
“Pero aquellos que la promueven como un camino a seguir generando estereotipos que se buscan alcanzar, como ser narcotraficante, portar armas, tener muchos recursos producto de esta forma de criminalidad, por supuesto tenemos que ser capaces de restringirlos, y en mi opinión incluso, eliminarlos de esta escenario, sino generamos una tormenta perfecta en la que nuestros niños y niñas están influenciados por este tipo de apología”, opinó Lagomarsino.
A atacar la “droga rosa” llamada “Tussy”
Otro de los argumentos para defender esta idea fue frenar el consumo de drogas partcularmete una que ha irrumpido fuerte entre los jóvenes, descrita como la nueva droga rosa, denominada “Tussy”, compuesta por Ketamina, anfetaminas y colorantes.
En año 2019 se incautaron 789 dosis y el año 2020 esta cifra llegó a las 12.396 dosis. Según la oficina parlamentaria del diputado Celis, no hay datos oficiales del Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol (Senda), respecto de su penetración en escolares, aunque sí respecto del consumo de drogas en general y donde los estudiantes chilenos lideran a nivel continental.
Las drogas más consumidas por estos son: tabaco, marihuana, cocaína, pasta base y tranquilizantes.
Dados estos datos, la pregunta que cabe hacerse es si una ley que prohiba escuchar música que incite al uso de drogas y armas en los colegios será suficiente, eficiente o aplicable; o más bien estamos frente a un intento de enfrentar el tema desde una arista que no rehace cargo del fondo del problema. ¿Qué piensas tú?
¿Qué pasaría si se aprueba este proyecto?
De aprobarse esta iniciativa, regiría en todos los establecimientos educacionales, pero además se extenderá en todas las actividades recreacionales que se realicen fuera de éste pero en el mismo ámbito educacional, como paseos de curso, kermeses, y actividades extraprogramáticas
Quienes no cumplan con esta nueva ley, se verían enfrentados a sanciones que podría llegar a las 500 UTM (30 millones de pesos).
La iniciativa fue firmada además por los diputados RN Sofía Cid Versalovic, Sara Concha Smith, Marcia Raphael y Andrés Celis, además de René Alinco Bustos (IND-PPD) y Tomás Lagomarsino.