La buena ventilación de los espacios es primordial ante casos de humedad
TENDENCIAS.- La humedad al interior de una vivienda eso es fruto de la emisión de agua al ambiente a través de la evaporación. Una persona por la vía de la respiración aporta aproximada mente 0.35 litros de agua día, esto se duplica a través de la transpiración, así lo explica Juan Carlos Páez, constructor civil y docente del Diplomado para Proyectos de Ingeniería y Obras Civiles (BIM) de la Universidad Viña del Mar (UVM), quien indica que “a partir de nuestra presencia y variados elementos generamos humedad dentro de la habitación o vivienda, ejemplo de esto es la ducha, el calentador de agua, la olla, la calefacción a gas, la humedad ambiental del día, secadoras de ropa, entre otros”.
En temporada de invierno se configuran dos eventos que no dejan disipar la humedad ambiental, convirtiendo este vapor de agua en precisamente agua. Estos son, las bajas temperaturas y el exceso de humedad en el ambiente. “Todo lo anterior, se conspira para que el agua se adhiera en los muros y techos, que colindan con el exterior por la diferencia de temperatura al interior de nuestro hogar (temperatura cálida) con el exterior (temperatura helada)” precisó Páez.
Esta agua camuflada como humedad comienza a generar daños. Muchos materiales que componen las casas son vulnerables al agua, tales como papel mural, pintura, maderas, elementos metálicos u otros.
¿Cómo nos desprendemos de esta agua?
Muy simple, explicó el académico: “ventilando la habitación o la casa. Debemos de hacer circular y renovar el aire de nuestro hogar. Complementar secando los vidrios, tratar de usar calefacción eléctrica, usar extractores de aire, usar campana de cocina cada vez que cocinemos, ojalá planchar y/o secar ropa durante el día. Todo se resume a cambiar nuestro quehacer habitual y diario en épocas de otoño e invierno, no encerremos la humedad, por el contario dejémosla salir al exterior” concluyó el docente UVM.
