Por Roberto Silva Bijit
Fundador de “El Observador”
Hace unas semanas, algún editor inteligente, le pidió a un periodista del diario “La Tercera”, que hiciera un reportaje a un grupo de personas mayores de 70 años, preguntándoles cuáles fueron las lecciones que les dejó la vida.
En nuestra sociedad estamos muy acostumbrados a no escuchar la palabra de los mayores, es más, generalmente sufren un rechazo cuando expresan sus opiniones. En las comunidades indígenas del mundo entero los ancianos son la última palabra, los que más saben por experiencia y todos le tributan un respeto que asombra. En la isla de Pascua, uno de los poderes lo constituye el Consejo de Ancianos.
El reportaje se basa en más de 300 entrevistas y encuestas, a través de las cuales un grupo de adultos mayores dejó una lista de lecciones a considerar para vivir mejor. Sus palabras representan el sentido común y la experiencia. Muchas veces sus propuestas son el resultado de haberlo pasado muy mal en algún momento, y de esos momentos sacaron sus conclusiones.
Repasemos algunas frases y las lecciones que se desprenden de sus comentarios sobre la vida.
Sobre la vida en pareja, Herman de 74 años dice que “no sé si hay secretos para no pelear, pero creo que hay que evitar las descalificaciones. Perdiéndose el respeto es mejor separarse”.
Sobre el miedo a la muerte, María Eugenia, de 89 años, dice que “”os años le van quitando a uno el miedo a la muerte. No quiero que me hagan vivir con tubos, quiero morir tranquila en mi cama, a la antigua, de un infarto, como mi abuelo. Es una muerte elegante”.
El 85% dice que hay que saber perdonar y que ellos perdonaron muchas veces en su vida. El 76% dice que le dedicó más tiempo a sus seres queridos que a sí mismo. Un alto porcentaje dice que aprendió a dimensionar los problemas. Olvidar es la clave para superar los hechos negativos. “Que no vale la pena perder el tiempo rumiando sobre lo que le haya sucedido a uno en el pasado. Lo que pasó, pasó”.
Al momento del balance sobre los resultados, valoran más la experiencia que el talento, asegurando que todo se debe a la perseverancia y el trabajo continuo. La mitad piensa que debió ser más osado en la vida.
La mayoría cree que el éxito llega más fácil si uno se pudiera pasar la vida haciendo lo que le gusta. El trabajo forma parte importante de la vida de cada uno de los encuestados.
El amor siempre es la clave, o la llave que abre puertas. El matrimonio es uno de los hitos que más marcan la vida de las personas. Al analizar las entrevistas, quienes tuvieron o tienen un matrimonio feliz, fueron capaces de traspasar esa felicidad al relato de toda su vida. Los que fracasaron en el matrimonio están convencidos que también hay que hacerle caso a la cabeza, no solamente al corazón.
Es verdad que no han dicho nada del otro mundo, pero sus verdades tienen el respaldo de los años, la garantía de haber vivido y después opinar. Sus reflexiones son muy simples, pero muy profundas también.
Es posible que si en algún momento de la vida hubiéramos escuchado a los seres queridos, a los padres, abuelos y amigos, probablemente nos habríamos ahorrado muchos problemas.
A veces la vida, entender la vida mejor dicho, es tan sencillo como saber escuchar a los que ya casi la han vivido toda.
