Por Roberto Silva Bijit
Fundador Diario “El Observador”
Sigue creciendo el rechazo al nombre de Dr. Salvador Allende para nuestro Hospital Biprovincial de Quillota. Por donde uno vaya la gente expresa que es un nombre que divide, que trae odiosidades del pasado y que no tiene nada que ver con la zona.
Recientemente, la Corporación de Amigos del Hospital “San Martín” le envió una carta en que le pide a la directora del Servicio Viña del Mar – Quillota, que no haga ningún cambio de nombre y mantenga el actual, que no genere divisiones, sino que traiga unidad y buen servicio al nuevo hospital.
La Corporación trabajó por 30 años en beneficio del hospital, realizando innumerables obras y acciones en beneficio de nuestro centro asistencial. Desde la adquisición de equipos, coordinación de donaciones desde USA y. Europa, compra de insumos, hasta respaldar el proyecto que concluyó con la construcción del nuevo hospital, financiando un estudio de emplazamiento de acuerdo a normas internacionales vigentes. Además realizó un importante trabajo comunitario que incluyó a juntas de vecinos, escuelas municipales, organizaciones sociales, el Rotary Club, lo que hizo que toda la ciudadanía se sintiera partícipe de este proyecto, y junto con la I. Municipalidad, lograron una campaña de recolección de más de 20 mil firmas, escuchar a expertos en salud y difundir en la comunidad el valor de una nueva edificación, que reemplazara a la que se puso en funciones en 1951.
El Consejo Municipal de Quillota, con su alcalde Oscar Calderón a la cabeza, también pidió por unanimidad que no se hiciera cambio de nombre al nuevo hospital.
Quillota es una ciudad que desde 1800 cuenta con centros de salud que han formado parte de la voluntad ciudadana. Primero con el “Asilo Universal” creado por María del Carmen Benavides y Mujica, conocida popularmente como Beatita Benavides, entre 1800 y 1849. Después, con el traslado de pacientes a una chacra en las afueras de la ciudad por parte del sacerdote José Martín González, entre 1849 y 1857. La comunidad organizada se reunió en 1856 para construir un nuevo hospital con el apoyo económico de muchos vecinos. Nació en mayo de 1857 el “Hospital de Caridad”, que extendió sus funciones por casi un siglo, hasta 1951, en que se puede poner en funciones el Hospital “San Martín” de Quillota, cuyo nombre se debe al patrono de la villa de San Martín de la Concha, el mártir católico San Martín de Tours.
Desde 1951 hasta octubre del año pasado, por poco más de 70 años, el hospital atendió las necesidades de una vasta zona, desde la comuna de Petorca por el norte hasta Quillota por el sur. Si bien fue el primer hospital levantado con recursos fiscales, siempre contó con el respaldo y apoyo de la comunidad. Tanto es así, que cuando el Congreso aprueba los recursos, el 3 de septiembre de 1942, el diputado Vasco Valdebenito le envía un telegrama al recordado doctor Alejandro Vásquez Armijo -principal impulsor del nuevo hospital y de la salubridad pública de la zona- señalándole que “Comisión Hacienda aprobó construcción del Hospital”.
En todas las épocas, la comunidad de Quillota ha prestado un decidido apoyo a sus hospitales, como también ocurrió con el nuevo hospital. Un obstáculo importante fue definir el lugar para su instalación, ya que tanto Quillota, La Calera y La Ligua, pedían que fuera en su comuna. Finalmente, prevaleció Quillota como el lugar, tanto por la tradición de su hospital, como porque el alcalde de ese momento, Luis Mella Gajardo, adquirió a nombre de la municipalidad, en mayo de 2011, los terrenos para su edificación, los que después serían entregados al Ministerio de Salud. Por eso, para evitar divisiones y conflictos, el hospital dejó de llamarse “San Martín” y pasó a llamarse con un nombre que unifica los territorios y que genera consenso entre las diez comunas a las que atiende: “Hospital Biprovincial Quillota-Petorca”.
Nuestra ciudadanía está preocupada por los temas vinculados a la atención del hospital, como los tiempos de espera en urgencia, las listas de espera de especialistas y muchos otros asuntos que realmente los tocan en su diario vivir y que son de la esencia del Hospital.
La comunidad de Quillota ha estado comprometida con su hospital, tal como lo han estado generaciones de quillotanos y por eso consideran que no pueden venir de Santiago o Viña del Mar a cambiarle el nombre, y más encima, colocar un nombre que traerá problemas, a diferencia del sentido de unidad que es llamarlo “Hospital Biprovincial Quillota – Petorca”.
