Exponentes de talla internacional entregaron nuevas herramientas a profesores y padres cuidadores con enfoque en el autismo
Según datos del Servicio Nacional de la Discapacidad (Senadis), entre 2022 y 2023 se contabilizaron 46.798 personas autistas en el sistema educativo. De ese total, 42.945 formaban parte de escuelas regulares con programas de integración, mientras que 2.286 participaban en escuelas especiales y 1.567 en establecimientos parvularios de la Junji.
Esta gran cantidad, sumado a otro enorme número que probablemente no está dentro del sistema educativo, es solo uno de los muchos argumentos que hacen tan importante la realización del reciente Congreso Internacional de Educación Inclusiva y Neurociencia desarrollado en Viña del Mar.
Por lo mismo, es posible establecer que ha sido el evento en su tipo más relevante del último tiempo, siendo organizado por el psicólogo quillotano Ricardo Laurel. Y en conversación con “El Observador”, el profesional habló sobre la génesis de este proyecto, su desarrollo y los beneficios que deja tanto a la comunidad educativa como a las propias personas neurodivergentes en nuestro país.
– Ricardo, ¿cómo nace la idea de este congreso?
“Esta idea surgió cuando fui invitado al Primer Congreso Internacional de Autismo en El Calafate, en la patagonia argentina. Llegué por el tema de la inclusión, hice los contactos necesarios y pude vivir una experiencia maravillosa conociendo los avances y las formas de mirar la inclusión al otro lado de la cordillera. Me traje hartos conocimientos y también muchos desafíos. Allá nació esta idea junto a la comunidad internacional de neurociencia, con profesionales que trabajan el tema de la inclusión. Ellos me dijeron que si yo generaba una iniciativa ellos vendrían a Chile. Por lo tanto, eso fue lo que me motivó, así que empecé a ver que este encuentro -que levantaba conocimiento y formaba participación- podía tener también un impacto adecuado a la realidad presente en Chile”.
– ¿Quién o quiénes te apoyaron en esta empresa?
“Respecto a cómo nació esta idea y quiénes la acogieron, debo valorar el aporte del Club Social y Ambiental Atlantes 89 de Quillota. Ellos tomaron de alguna manera esta iniciativa y me dijeron: ‘Sí, te vamos a apoyar con todo, hacemos la fuerza juntos’. Ellos me ayudaron junto a la Universidad de Valparaíso, entidad que dijo: ‘Bueno nosotros certificamos esto, porque es una idea muy buena e inédita’. Por lo mismo, tenemos muchas ganas de tomar el desafío y hacer un segundo encuentro internacional de Educación Inclusiva y Espectro Autista”.
– ¿Cuáles fueron las charlas más importantes del congreso?
“Yo tuve la oportunidad de exponer y presentar un fragmento de mi libro “Papá yo vivo en Urano, Una Mirada Comprensiva del Espectro”, que fue básicamente en clave motivacional y metafórica. Hubo charlistas como la doctora Yerka Luksic, quien es magíster en el extranjero. Ella es una destacada neuróloga pionera en el espectro en Chile, con niveles de diagnóstico extraordinario. Por lo tanto, se sumó una gran cantidad de conocimiento. A su vez, estuvo la terapeuta ocupacional Deviene Cavieres, quien tiene experiencia y estudios de magíster en Estados Unidos, con una pedagogía mucho más clara y aterrizada en lo sensorial. Y el fonoaudiólogo Gabriel Olate, destacado y reconocido como uno de los pioneros en el autismo -magíster y profesor de la Universidad de Valparaíso- también expuso”.
– ¿Quiénes fueron los beneficiarios de este seminario?
“Tenemos beneficiarios directos e indirectos. Los beneficiarios directos fueron los educadores, los profesores, los terapeutas ocupacionales y los padres cuidadores, quienes pudieron capacitarse y adquirir herramientas desde una mirada más comprensiva del autismo y conocer la realidad que se está generando a nivel latinoamericano en torno a mejorar las técnicas de diagnóstico. También se busca trabajar multidisciplinariamente y plantearse desafíos. Por lo tanto, el encuentro pudo entregar herramientas a los participantes e indirectamente beneficiar a los colegios y a la población que se encuentra en las neurodiversidades y en el espectro autista”.
– ¿Crees que se cumplieron los objetivos?
“Los objetivos creo que se cumplieron plenamente, porque éstos básicamente eran fomentar la cultura inclusiva y visibilizar el tema de la inclusión en todos sus aspectos entre la población neurodiversa, enfocado en la población autista en todos sus niveles. Al capacitar a profesores, fonoaudiólogos, profesionales del área de la salud y educadores se hizo un puente para que la gente tenga más herramientas y pueda avanzar en el área de la inclusión”.