Quillotana conoció a su padre brasileño después de 51 años

Publicado el at 6:17 pm
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Él viajo semanas atrás a Chile con el único objetivo de reconocer legalmente a quien ahora es la mayor de sus hijos

QUILLOTA.- El origen de esta historia parte en la comuna de Corral, ubicada a pocos kilómetros de Valdivia, en la Región de Los Ríos. Corría el año 1977 cuando el buque brasileño “Omium Carrier”, tripulado por marinos mercantes, llegó hasta la bahía en medio de los múltiples viajes comerciales que aquella embarcación realizaba.

Uno de los jóvenes que llegó a esta pequeña ciudad sureña fue Roberto Pinheiro de Miranda. Alto, rubio y de ojos claros, llamó de inmediato la atención de la gente del lugar pero cautivó a alguien en especial. María Tapia Gallegos quedó encantada con este simpático marino, con quien mantuvo una relación durante ocho meses.

En ese tiempo, Roberto viajaba siempre entre Corral y Valparaíso, por lo que el contacto con María era constante. Sin embargo, el joven brasileño tuvo que dejar el país forzado por sus labores a bordo de la embarcación. Lo que jamás pensó fue que no solo dejó el amor de María sino también una hija.

La pequeña Jimena se crió sabiendo que su padre era marino mercante y extranjero pero jamás lo conoció. “Al llegar a cierta edad mi madre me contó las cosas como eran. No recuerdo sus palabras, pero sí que mi padre era brasileño. En aquel tiempo no había recursos para buscarlo, así que no pude hacer nada para encontrarlo”, comentó.

DE CORRAL A VALPARAÍSO Y A QUILLOTA

En su niñez, Jimena Tapia Tapia llegó junto a su madre a Valparaíso. Allí conoció con el paso del tiempo a Eliseo Bernal, con quien se casó en 1985 y tuvo cuatro hijos: Tamara, Dan Paul y Selene. Cuando Jimena le contó su historia su marido él quedó fascinado y se empeñó en encontrar a su suegro.

“En 1989 empecé a buscar en el consulado y la embajada, donde los únicos datos que teníamos era el nombre del padre de mi esposa y el nombre del buque”, explicó Eliseo. Como la pesquisa no fue exitosa dejaron de perseverar aunque siempre con la intención de hallar algo que relacionara a Jimena con su padre.

En busca de tranquilidad pero con la idea fija de encontrar a su padre, Jimena y su esposo se mudaron a Quillota, viviendo actualmente en el distrito de San Pedro, lugar al que llegaron hace varios años.

EL HALLAZGO

Dan Bernal, hijo de este matrimonio, comenzó a buscar información en redes sociales para dar con el paradero de su abuelo. Todo cambió cuando a fines del año pasado encontró una foto del buque donde trabajó Roberto, la cual fue publicada en Facebook.

El joven le escribió a la persona que compartió la imagen y de esta forma, entre una consulta y otra, terminó por encontrar al padre de Jimena. En ese momento, Roberto se encontraba viajando de vacaciones desde Cabo Frío hasta Espíritu Santo, por lo que al enterarse de la noticia se devolvió inmediatamente a su hogar.

“Nunca imaginé que podría tener una hija en Chile. Después de trabajar en Europa me casé en Brasil y tuve tres hijos varones. Nunca pude tener una hija, ese siempre fue mi sueño. Mi esposa falleció en 2017 y mi hija apareció en 2018, siento que todo pasó como debía ocurrir”, expresó Roberto.

Al contrario de lo que generalmente pasa en casos similares, donde aparece un hijo o hija perdida después de tantos y genera división, en Cabo Frío, Brasil, las cosas se tomaron como una gran noticia. “Toda mi familia se alegró con este hallazgo. En la ciudad fue algo inédito, que tras 51 años un padre descubriera a su hija en otro país”, añadió Roberto.

Jimena viajó primero a Brasil junto a su hijo. Estuvieron una semana y compartieron con toda la extensa familia de Roberto, incluyendo a sus hijos, hermanos y hermanas. “Me sentí como si siempre hubiese sido estimada por ellos”, agregó.

“No necesito una prueba de ADN, no me interesa, yo sé que es mi hija. Dios me quito a mi esposa años atrás pero después me trajo a mi hija”, aseguró Roberto, quien viajó a comienzos de agosto a Quillota para reconocer de manera oficial a su hija y darle su apellido.

Por eso, hoy ya no existe más Jimena Tapia Tapia, sino más bien, Jimena Pinheiro Tapia. Si bien los trámites fueron complejos al comienzo, finalmente todo salió bien y oficialmente Jimena es hija reconocida de Roberto. Una linda historia que demuestra que la vida siempre puede dar sorpresas.

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