Con el apoyo de los vecinos y vecinas en el traslado y cuidado post operatorio, el animal ya está con alta tras la cirugía.
QUILLOTA.- El Centro Veterinario Municipal de Quillota brindó atención a una perrita abandonada que tenía un tumor de un kilogramo y con una exitosa operación, se le extirpó un tumor de un kilogramo que tenía en una de sus extremidades.
El animal de 11 años fue encontrado en San Isidro por María Eugenia Jirón Tapia, quien se percató del gran tumor que tenía en su pata derecha, lo que la dejó muy preocupada.
“Empecé a buscar alguna ayuda de veterinarios por aquí, por allá y gracias a Dios me encontré con este gran centro veterinario municipal, agradecida estoy de todos los profesionales que están acá y ellos me guiaron en lo que podía hacer”, señaló María Eugenia Jirón Tapia.
Tras evaluar el caso, María Eugenia coordinó el traslado de la perrita, que fue operada por los médicos del Centro veterinario municipal con la colaboración del médico veterinario, Jorge López, de la clínica Mevered de Quillota. En conjunto, el equipo logró extirpar con éxito el tumor de un kilogramo.
El centro, aunque no cuenta con instalaciones de hospitalización, está comprometido con ayudar en casos sociales si la comunidad se hace cargo del cuidado postoperatorio y el traslado.
El médico veterinario municipal, Camilo Arancibia, destaca la importancia de la responsabilidad comunitaria en el cuidado de las mascotas:
Compromiso conjunto de los vecinos y del Centro Veterinario Municipal de Quillota
En este caso, fue María Eugenia quien se acercó a exponer el caso al centro veterinario, y luego contactó a una persona para trasladar a la perrita, todo con ayuda de una red que armó asistiendo a radios locales donde expuso la situación.
Luego de la cirugía, María Eugenia se llevó a la perrita para brindarle el cuidado post operatorio, en colaboración con una vecina, Valeria, quien trabaja en el negocio ‘El Uno’ de San Isidro, quien dispuso un galpón para que pudiera ser cuidada y reposar en un espacio seguro.
María Eugenia, con la ayuda de otro vecino, Osvaldo Gangas, llevaron a la perrita al Centro Veterinario para sus controles y hoy ya está dada de alta. Por el momento no tiene un nuevo hogar. De alguna manera pertenece a ese espacio, pues ella fue abandonada por una familia que dejó una casa del sector.
Es una perrita callejera comunitaria, que es cuidada por personas como María Eugenia y Valeria, y hoy con la extirpación del tumor, sin duda tiene una mejor calidad de vida.
Los vecinos que tengan algún caso social como este sobre tenencia responsable, pueden acercarse al Centro Veterinario Municipal, ubicado en calle Freire esquina Esmeralda, y en colaboración podrán buscar soluciones.