El joven, que confesó haber cometido el homicidio, trató de hacer pasar el hecho como un robo con violencia.
QUILLOTA.- Este lunes 01 de agosto, se desarrolló la audiencia de control de detención del joven de 18 años de edad de iniciales J.A.C.O., detenido por su presunta responsabilidad en el homicidio de Jaime Tomás Vergara Jiménez, un conocido chef y profesor de 47 años de Quillota.
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En la audiencia, se formalizó al joven por el delito de homicidio y hurto simple.
La magistrado del Juzgado de Garantía de Quillota, Laura Catalán, dictó la medida cautelar de prisión preventiva para el detenido, ya que, en sus palabras, “la libertad del imputado sí constituye un peligro para la sociedad y también se vislumbra peligro de fuga”.
La magistrado estableció un plazo de 85 días de investigación. Además, se acogió la solicitud del Ministerio Público de pesquisar el teléfono celular del imputado.
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EL DETENIDO ACUDE AL CONDOMINIO
De acuerdo con antecedentes proporcionados por el fiscal César Astudillo en la audiencia, cerca de la medianoche del viernes 29 de julio, el detenido se trasladó hasta el condominio Altos de Merced de la comuna, por medio de un taxi colectivo.
Según la versión del fiscal y del abogado defensor del detenido, Nelson Cid, la víctima y el presunto responsable se habían conocido de forma virtual a través de la aplicación de citas “Grindr” hace aproximadamente dos semanas antes del delito.
El día en que ocurrió el crimen, según el fiscal y la defensa del detenido, el chef le habría pedido al joven que le vendiera marihuana y que acudiera al departamento donde residía el cocinero en calle Merced, para que le entregase la sustancia.
Fue así que el joven pidió un taxi colectivo y se trasladó al condominio, donde horas después, le provocó las heridas cortopunzantes que le ocasionaron la muerte al cocinero.
LA AGRESIÓN
Al interior del departamento, la víctima y el detenido compartieron por alrededor de 2 horas. Luego de haberse dirigido ambos al dormitorio, el imputado se alteró y agredió con un arma cortopunzante que portaba a la víctima, provocando múltiples heridas en varias zonas de su cuerpo, como la cabeza, el cuello y el tórax.
Presuntamente, de acuerdo con la defensa, la víctima le habría propuesto tener relaciones sexuales al joven, quien reaccionó ofuscado, expresándole que no tenía orientación sexual homosexual e hiriendo de gravedad al hombre.
De acuerdo con la declaración entregada voluntariamente por el detenido, y según el fiscal, tras el ataque, el joven se duchó en el baño del departamento, limpió el lugar y se cambió sus ropas. Además, sustrajo algunas pertenencias de la víctima, con la intención de que pareciera un ataque motivado por un robo.
El victimario encontró un lápiz plumón, con el que escribió la palabra “maraco” en el cuerpo del malogrado hombre, antes de abandonar el departamento.
JOVEN FUE REGISTRADO POR CÁMARAS DE SEGURIDAD
Las cámaras de seguridad del condominio registraron la imagen del vehículo en el que llegó el joven, junto con la placa patente del automóvil. Previamente, durante una conversación entre el taxista y el detenido en el condominio, el chofer guardó en su agenda de contactos el número del pasajero.
“Entre las horas 00:30 y 00:45 del día 29 de julio, se observa arribar un taxi colectivo de la empresa Canarios de color rojo (…). Del cual desciende un sujeto con vestimentas”, relató el fiscal del caso, César Astudillo.
DECLARACIÓN DE TESTIGOS
Una vez dentro del condominio, el joven preguntó a un vecino, que se encontraba afuera de su departamento, por la ubicación de la torre donde residía la víctima. Este vecino testificó posteriormente que el individuo se veía de aproximadamente 20 años de edad y que el gorro de su polerón cubría su cabeza.
La Policía de Investigaciones (PDI) localizó al chofer, quien declaró que el viernes 29 de julio trasladó a un pasajero desde el sector La Palma hasta el condominio Altos de Merced.
Proporcionó el número de teléfono que había guardado en su agenda de contactos, con lo que los detectives ubicaron a una empresa asociada al número y con ello, se logró identificar a una persona relacionada a la empresa.
El joven fue posteriormente identificado en fotografías por el chofer y por el otro testigo.
Cuando ya se había emitido una orden de detención en su contra, el joven se entregó, renunció a su derecho a mantener silencio y entregó declaraciones, confesando ser el autor del homicidio del chef.
Asimismo, informó que tras el delito, se refugió en un lugar donde se arriendan piezas en Quillota. En dicho sitio, posteriormente se hallaron las ropas del imputado, medicamentos, celular, un notebook, los que habían sido sustraídos del departamento de Jaime Vergara.
FISCALÍA ALEGA QUE SE TRATA DE UN HOMICIDIO CALIFICADO
El fiscal César Astudillo indicó que los delitos se configuran como un homicidio calificado, en calidad de autor en grado consumado, junto con el delito de hurto simple.
Además, Astudillo argumentó que el autor actuó en desprecio de la orientación sexual de la víctima, con la calificante de alevosía, pues se cumpliría el haber obrado a traición, por la relación de confianza entre el joven y la víctima, quien lo recibió en su domicilio.
Junto con ello, se señaló que se actuó sobre seguro, ya que el chef “si bien era una persona de 47 años, padecía enfermedades metabólicas, era diabético, insulinodependiente, y producto de esta enfermedad, perdió masa muscular en ambas piernas”. Ello es concordante con el examen realizado a su cuerpo.
La víctima utilizaba un bastón para apoyarse al caminar.
César Astudillo, Fiscal Jefe de Quillota, dijo que el desprecio hacia la orientación sexual de la víctima se puede desprender de la palabra que escribió el joven en el cuerpo del chef.
ABOGADO DEFENSOR ARGUMENTA LEGÍTIMA DEFENSA: TRIBUNAL LO DESESTIMA
Sin embargo, la defensa argumentó que el hecho se configura como un homicidio simple. “Mi representado desconoce que (la víctima) tiene una enfermedad que debilite su cuerpo”, dijo el abogado Nelson Cid, quien solicitó la medida cautelar de arresto total.
Cid fue enfático en que existía una situación de desproporción, entre la edad del imputado y la víctima, a quien el victimario describió como un hombre robusto.
La defensa señaló que el joven actuó en legítima defensa, ante un eventual intento de ataque sexual por parte del chef, quien según el abogado defensor, habría herido en el muslo al joven de 18 años.
Ello fue desestimado por la magistrado Laura Catalán, quien dijo: “No guarda coherencia con el informe de lesiones (del detenido), es el imputado quien porta el arma, no la víctima”.
El Tribunal estimó que sí hay una declaración por parte del imputado que aporta información, pero que sin embargo, tiene datos contradictorios, en relación con el informe de lesiones del imputado, quien no presentaba lesiones en su muslo, sólo una herida cortopunzante en su mano, la cual pudo producirse en el contexto de forcejeo.
Finalmente, la magistrado acogió el argumento de la defensa, de que le favorece al victimario su irreprochable conducta anterior. No obstante ello, decretó la medida cautelar de prisión preventiva para el joven, mientras dure la investigación y se reúna más información.
El imputado ingresará al Centro de Detención Preventiva (CDP) de Quillota.