La llamada operación Arcángel Miguel permitió determinar, entre otros elementos, que los imputados usaban hasta explosivos para resguardar sus delitos en toda la zona.
QUILLOTA.- En la tarde del martes 3 de diciembre culminó el largo juicio que debieron enfrentar diez integrantes de una banda de traficantes de drogas. El proceso ante la justicia terminó con el veredicto de culpables para quienes mantenían una de las más sofisticadas y peligrosas organizaciones criminales de la zona, que contaban con armas de fuego y hasta explosivos.
Operación “Arcángel Miguel”
El largo juicio, que se desarrolló por más de tres semanas en el Tribunal Oral en lo Penal de Quillota, tuvo por imputados a la banda de “Los Chimuelos”. El grupo había constituido una entidad criminal que operaba con cultivos en los cerros de comunas de las provincias de Petorca, Choapa y Quillota y un elaborado sistema de resguardo, traslado y comercialización de marihuana.
La detención de los sujetos -entre ellos una mujer- se debió a una larga investigación que desarrolló la Fiscalía de Focos Criminales y los detectives de la Brigada Antinarcóticos de La Calera, en la denominada Operación “Arcángel Miguel”, donde se logró contar, por parte de los policías, con altos niveles de tecnología para poder determinar a los culpables.
Múltiples delitos
Los diez imputados, que ocupaban diversos cargos en la organización criminal, fueron acusados de los graves cargos de asociación ilícita para delinquir; tráfico de drogas; tenencia de armas prohibidas y convencionales, municiones y explosivos, entre otros cargos que se debatieron en el juicio y que significaron su condena resuelta en la tarde del martes.
La sentencia de cada uno de los condenados se conocerá en unos días más y, seguramente, por la gravedad de las acusaciones que consiguió acreditar el Ministerio Público, a través del Fiscal Felipe González Andaur, los años de cárcel que deberán cumplir los diez condenados serán altísimos.
