“Las vamos a matar”, gritaban los delincuentes encapuchados mientras les apuntaban a la cabeza. Fueron detenidos gracias a la denuncia de un vecino
QUILLOTA.- Ninfa Niño tiene 46 años y llegó hace dos meses a nuestro país desde Venezuela. Su familia se había venido antes, así que dejó su patria buscando nuevas oportunidades en Chile. La mujer se instaló en el departamento de su hijo en el sector Binimelli, a pasos de calle Yungay, donde a diario se encargaba de cuidar a su nieta. De hecho, en eso se encontraba este martes, cuando de pronto recibió una inesperada visita.
Según contó la misma Ninfa a “El Observador”, ese día y mientras realizaba algunas labores del hogar, de pronto escuchó un fuerte golpe en la puerta del departamento, ubicado en un quinto piso. Fue a revisar, sin encontrar nada extraño, pero a los pocos segundos un golpe mucho más fuerte la hizo volver a salir del dormitorio. Esta vez, lo que vio la dejó helada: dos hombres encapuchados había entrado al domicilio.
Los ladrones, seguramente, pensaron que el departamento estaba sin ocupantes, ya que al ver a la mujer se sorprendieron, tanto como ella. Pero a diferencia de Ninfa, uno de ellos sacó un revólver desde sus ropas, con el que de inmediato la apuntó: “¿Dónde está el oro? ¿Dónde está la plata? preguntaba el sujeto descontrolado.
Ambos entraron al dormitorio, donde agredieron a la abuela y a la nieta. A la primera le dañaron las muñecas mientras que a la segunda la empujaron y la lanzaron contra la cama. Al mismo tiempo, amenazaban: “¡Dinos donde está la plata o las vamos a matar, conchetumadre!”, repetían los delincuentes.
Haciendo de tripas corazón, la abuela les decía que no había dinero ni grandes cosas, pero que se llevaran lo que quisieran. “Pueden revisar, llévense lo que crean que es de valor”, les dijo Ninfa. Fue así como ambos comenzaron a registrar la casa y solo encontraron 30 mil pesos en efectivo, lo que no los dejó nada conformes.
ESCAPE Y PERSECUCIÓN
Luego, cuando ambos ladrones entraron a un segundo dormitorio para registrarlo, la intrépida abuela entendió que aquella sería una oportunidad para escapar de sus captores. Con su mano le hizo un gesto a su nieta para que saliera del departamento, aprovechando que los hombres habían dejado la puerta de salida abierta.
Fue así como, en apenas unos pocos segundos de descuido de los asaltantes, la joven de 13 años corrió con todas sus fuerzas, salió del departamento y comenzó a bajar velozmente los cinco pisos hasta salir del edificio.
Al ver que su nieta había escapado, Ninfa decidió hacer lo mismo y también salió corriendo hacia afuera. Sin embargo, los sujetos sí se percataron, por lo que comenzaron a correr tras de ella por las escalas del edificio. “Te vamos a matar”, gritaban, mientras apuntaban hacia abajo, tal como se ve en las películas de acción.
Finalmente la abuela también logró salir del edificio, pero lamentablemente nadie estaba en la calle para socorrerla, pese a los insistentes y desesperados gritos de ayuda. Aunque, sentía un alivio al estar lejos de los delincuentes que la habían amenazado con quitarle la vida.
DENUNCIA DE VECINOS
Luego de haber escapado del edificio, la sorpresa de Ninfa fue grande cuando se dio cuenta que los delincuentes no salían del lugar. Lo cierto era que, lejos de abandonar su objetivo para ir tras sus rehenes, los ladrones se devolvieron al departamento para concretar su robo, añadiendo una serie de artefactos electrónicos a su botín como celulares, un computador, parlantes, un televisor y una consola de videojuegos, los que cargaron para luego llevarse.
Afortunadamente, tras la salida de Ninfa y su nieta del edificio, varios vecinos de sectores aledaños escucharon sus gritos de ayuda. Uno de esos testigos comenzó a mirar por la ventana de su casa y llamó a Carabineros. De esta manera, se mantuvo en contacto telefónico permanente con los policías hasta su llegada.
Después, les dio indicaciones exactas de dónde estaban los asaltantes, lo que facilitó el trabajo policial. Esta acción fue más tarde alabada por el Comisario de Quillota, mayor Misael Olivares. “Es importante la entrega de información para lograr buenos procedimientos con el apoyo de la comunidad”, señaló el oficial uniformado.
Los policías lograron la detención de ambos sujetos, quienes la jornada del miércoles pasaron a control de detención y fueron formalizados por el delito de robo con violencia, quedando ambos en prisión preventiva por un periodo de 100 días. Los asaltantes fueron identificados con las iniciales L.L.V. de 23 años y B.M.R. de 24, ambos domiciliados en el sector poniente de la comuna.
De ser encontrados culpables, los dos imputados podrían arriesgar una pena de presidio mayor en su grado máximo, esto es de cinco años y un día a veinte años de cárcel. La víctima, un poco más tranquila, sigue preocupada tras haberse sentido violentada en el hogar de su hijo, aunque sabe que afortunadamente pudo vivir para contarlo.