Familia debe reunir más de $10 millones para terminar de pagar intervención quirúrgica.
QUILLOTA.– Antonio Lazcano Ríos tiene 17 años y ha enfrentado varias crisis de salud, pero nada se compara con la que vivió hace dos semanas. Ésta cambió su vida para siempre, pero felizmente para mejor.
El joven salió sano y salvo de una compleja operación en su columna vertebral, la cual duró ocho horas y media, donde trabajaron cuatro especialistas para corregir su escoliosis de 105 grados de desviación.
La cirugía costó más de $32 millones y su familia logró pagar el primer pie de $22 millones, gracias a que mucha les gente ayudó en las actividades que organizaron, tales como venta de almuerzos, lucatones, rifas y bingos solidarios.
Operación exitosa
Antonio es quillotano, vive con su madre en la Villa Rapa Nui y desde que era un bebé tiene parálisis cerebral, por lo que se moviliza en silla de ruedas y sufre de escoliosis neuromuscular. Esta condición empeoró en los últimos años, dejando su columna vertebral con una desviación en forma de “S”. Esto le provocaba dificultades para respirar y deglutir, por lo que urgía una operación.
“A Antonio le tenían que arreglar su columna de arriba a abajo. Esa escoliosis neuromuscular tenía que haberse operado a los 80 grados y no más. Pero como el sistema de salud no es el mejor, nuestra espera se fue dilatando. Y además ocurrió un error, ya que Antonio no fue ingresado al GES en el momento apropiado por el doctor”, relató Elizabeth Ríos, su madre.
La escoliosis se acentuaba más con el paso de los meses, y si llegaba a los 100 grados de desviación ya no lo podrían operar, debido al alto riesgo que esto conllevaba. “Tampoco podíamos dejarlo así, porque iba a tener más problemas de deglución de los que ya tenía. Y después vendría la complicación respiratoria, donde tendrían que hacerle una traqueotomía para que pudiera respirar”, agregó.
Pasaban los meses y el joven seguía en lista de espera en el sistema público. En su angustia, la familia encontró una alternativa en la Clínica MEDS, en la Región Metropolitana, donde el doctor Juan Pablo Otto estaría a cargo de la difícil operación. Sin embargo, la cirugía costaba $44 millones de pesos, un monto demoledor para la economía de cualquier familia.
La campaña solidaria permitió pagar el 70%
Elizabeth explicó la urgencia de la situación a la clínica, logrando que le rebajaran el cobro a $32 millones. De ese total, había que pagar el 70% para poder reservar el cupo en el pabellón. “Estábamos contra el tiempo, yo lo veía como una misión imposible. Pero no fue así, porque lo logramos. En dos meses y medio logramos juntar el 70%, que eran $22 millones 400 mil”, mencionó.
“Fue con la ayuda de todos -añadió-, de la familia, de las amigas y de la Municipalidad. De hecho, el alcalde nos colaboró consiguiendo locales, haciéndonos publicidad y con la animación”. Antonio estuvo seis días hospitalizado y ya le dieron el alta. Ahora lo cuidan en su casa, y mientras su mamá relata la historia, él interviene en la entrevista para aportar a las respuestas de su mamá.
Cuando buscaban apoyo económico, el alcalde Oscar Calderón los recibió a ambos en la Municipalidad. Él asistió al bingo solidario que hicieron y, unos días antes de la cirugía, visitó a Antonio y su madre en su casa. Para animar al joven, el jefe comunal le regaló dos entradas VIP para ver un partido de San Luis de Quillota en el Estadio Municipal. Antonio es muy sensible a los ruidos fuertes, pero le ilusiona ver a su equipo en una zona más aislada de los sonidos y visitar a los locutores de la prensa radial.
El camino sigue
Antes de la operación, el doctor Otto detectó que la columna de Antonio había alcanzado los 105 grados de desviación. Y si bien había superado el riesgoso límite, el médico -con mucha templanza- decidió operarlo, a lo cual su familia accedió, confiando en que estaba en buenas manos.
“La atención fue muy buena. No lograron dejarlo completamente derechito, porque si seguía la operación en la parte inferior era mucho el riesgo, ya que había perdido mucha sangre y hubo que hacerle transfusiones”, dijo la madre de Antonio. Pese a ello, la escoliosis se redujo a 60 grados y ahora Antonio puede mantener su espalda erguida en su silla de ruedas.
Cuando le dicen que ahora se ve como un niño grande, no puede esconder su alegría. Aunque está tomando muchos medicamentos y quedó con una complicación para orinar -que se puede tratar más adelante-, él no pierde su enorme sonrisa, esa que su familia cree que tocó los corazones de muchas personas que se sumaron a su campaña solidaria.
Y considerando que falta pagar el valor restante de la operación (aproximadamente unos $10 millones de pesos), su madre ya está vendiendo números de rifa. La clínica le dará el monto exacto en los próximos días, puesto que hubo algunos gastos extra durante el procedimiento. Cada número de la rifa costará mil pesos y se pueden comprar al teléfono +56 9 9595 6778.
También se aceptan donaciones a las cuentas bancarias que están a nombre de su madre, Elizabeth Ríos Cabrera. La cuenta RUT es la 11.826.868-7 y también está disponible la cuenta corriente de Banco Estado, de número 23300056415. El correo electrónico es elypamrivers50@gmail.com. El sorteo de la rifa será el 19 de junio en la sede social de la Villa Los Paltos.
Finalmente, Elizabeth lamentó que sea tan caro acceder a este tipo de operaciones. Pero al igual que su hijo, seguirá luchando y ya prepara nuevas actividades para juntar fondos.