Abnegada labor educativa recibió el reconocimiento de JUNJI y la comunidad educativa
LIMACHE.- Educar es más que enseñar de trazos y números, de canciones y cuentos, es entregar amor, dedicación y compromiso, bien lo sabe María Antonieta Cerda Arancibia, quien termina su etapa laboral este viernes 21 de junio con el reconocimiento y cariño de todo el equipo del jardín infantil JUNJI “Caperucita” de la comuna de Limache.
“Toñita, como la llamamos cariñosamente, siempre ha sido una funcionaria muy comprometida con los niños y niñas con los cuales trabaja, además siempre se ha caracterizado por tener un gran carisma, es muy solidaria y preocupada por sus compañeras de trabajo”, indicó la directora del jardín infantil Limachino, Patricia Guerra.
A nivel comunal también es conocida por participar en el grupo folclórico “Savia de Tradición”, participando en desfiles y presentaciones en la comuna. Sus cercanos cuentan que siempre tuvo vocación para trabajar con niños y niñas, por lo que cursó su enseñanza media en el Liceo Técnico Femenino de Valparaíso, donde estudió la carrera de Técnico en Educación Parvularia.
Ingresó al jardín en marzo del año 1979 a realizar su práctica profesional como técnico en educación parvularia por 6 meses. Posteriormente en el año 1980 comenzó a trabajar formalmente en el jardín “Caperucita”, en el cual se ha desempeñado hasta el día de hoy.
“La verdad es que estoy muy contento de tener la oportunidad de despedir a ‘toñita’ de agradecer su trabajo, su compromiso durante estos 40 años de su vida lo cual nos llena de orgullo y satisfacción por la gran labor que realizó en el jardín infantil y por todas las generaciones que tuvo oportunidad de educar. Estoy muy feliz, muy contento y agradecido por su compromiso y entrega”, indicó el Director Regional de la JUNJI Valparaíso, José Patricio Valenzuela, quien le entregó el reconocimiento en una ceremonia efectuada este jueves, en el salón de la Escuela Brasilia de Limache.
Conoce más de la historia de esta querida funcionaria de Junji, este martes 25 de junio, en la edición impresa d “El Observador”.