En épocas de olas de calor, algunas personas pueden verse afectadas por calambres, insolación o desmayos.
TENDENCIAS.- Nuestro organismo se ve afectado de diferentes maneras por las altas cifras que marca el termómetro en verano al tratar de mantener una temperatura corporal normal: nuestras venas se dilatan, sudamos más, etcétera.
El intenso calor afecta a las personas de diversas maneras: calambres, desmayos, descompensación general, insolación, aumento de niveles de alérgenos que provocan a su vez aumento de la contaminación aérea (agravando diferentes patologías respiratorias, tales como asma y enfermedades crónicas, entre otras).
La Oficina Nacional de Emergencia (ONEMI), el Ministerio de Salud (MINSAL), en conjunto con la Dirección Meteorológica de Chile (DMC) entregan una serie de recomendaciones para enfrentar de buena manera el calor que nos ha acompañado en las últimas semanas.
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Dadas las altas temperaturas registradas y el hecho de que según predicciones tendremos un verano muy caluroso, es muy importante tomar en cuenta las recomendaciones entregadas por los expertos a la población en general.
Ante esta situación de cuidado, ¿cuál es la población más afectada?
- Personas mayores de 65 años, especialmente los más ancianos; quienes tienen dependencia de otros para los cuidados básicos; quienes presentan dificultades importantes de la movilidad o están postrados.
- Personas que padecen las siguientes patologías: enfermedades cardiovasculares (hipertensión arterial, enfermedad cerebrovascular, insuficiencia cardíaca, arteriopatía periférica), diabetes mellitus, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, insuficiencia renal, enfermedad de Parkinson, enfermedad de Alzheimer o patologías similares, enfermedad psiquiátrica.
- Personas que toman determinados fármacos (con efecto anticolinérgico: antidepresivos, neurolépticos, antihistamínicos; diuréticos; betabloqueantes).
- Adultos mayores que viven solos, que no salen regularmente a la calle o tienen escaso contacto social.
- Trabajadores, deportistas o personas que pasan varias horas en exteriores y en hábitats muy calurosos, sobre todo si hacen esfuerzos físicos importantes.
- Niños y niñas menores de 4 años.
Recomendaciones para protegernos del calor excesivo
- Mantenerse hidratado a lo largo del día, aunque no se tenga sed.
- Utilizar ropa y calzado ligeros y sueltos, que permitan la transpiración.
- Evitar hacer ejercicio o actividades extenuantes en las horas centrales del día (12.00-17.00 horas).
- Ingerir comidas ligeras (ensaladas, verduras, frutas o jugos).
- Evitar el alcohol, las bebidas con mucha cafeína y las comidas abundantes y calientes.
- Mantener la casa y lugar de trabajo fresco.
- Mantenerse en lugares frescos y bien ventilados, caminando a la sombra y con un gorro que proteja del contacto directo con el sol.
- Controlar la exposición directa a los rayos solares, especialmente entre 11.00 y 16.00 horas.
- Tener especial cuidado con vehículos estacionados y con las ventanas cerradas.
- Mantener medicamentos a la sombra y en un lugar fresco (bajo 25 °C).