La semana pasada protagonizaron una toma en el Colegio Roberto Matta que fue escuchada por las autoridades. Hoy, aspiran a votar en el plebiscito para cambiar o no la Constitución
QUILLOTA.- Una de las frases cliché más utilizadas es que los niños o jóvenes “son el futuro”. Sin embargo, a través de la historia pasada y la actualidad, se han encargado de demostrar con valentía que también son parte del presente. Pero como éste es construido por los adultos, muchas veces quedan relegados a un segundo plano.
Hoy los adolescentes quieren votar a partir de los 14 años, pero algunos piensan que son muy niños, a pesar de que a esa edad ya son imputables ante la ley. En el Chile de hoy no quieren quedarse atrás en los cambios que está experimentando la sociedad.
Es más, fue un grupo de escolares el que prendió la mecha al evadir el pago del metro en Santiago. De ahí en más todo cambió, la gente salió a las calles cansada de los abusos. Fueron unos jóvenes los que dieron el ejemplo y hoy lo siguen dando.
En la comuna, tal como contó “El Observador” la semana pasada, la Organización de Estudiantes Secundarios de Quillota se tomó pacíficamente el Colegio Roberto Matta, con el fin de visibilizar sus demandas. Todas ellas, al menos las de corto plazo, fueron escuchadas y resueltas por el municipio.
¿QUIÉNES SON LOS INTEGRANTES DE LA OESQ?
Esta organización está compuesta por varios estudiantes de colegios y liceos de la comuna, tanto municipales como particulares subvencionados. Prefieren no decir cuántos son ni revelar sus verdaderos nombres. Para algunos esto puede parecer extraño y hasta sospechoso. Para ellos no y responde más bien a dos elementos: seguridad e identidad.
En el marco del primer capítulo del programa de “Radio Quillota” ¿Y cómo salimos de ésta?, conducido por el periodista Claudio Espejo Borquez, tres representantes de la OESQ dieron a conocer sus razones para estar haciendo resistencia en sus colegios y en las calles.
Cuando hablan de seguridad es porque, aseguran, han sido rastreados por los sistemas de inteligencia policial. Pero además, al usar nombres diferentes a los propios, adquieren identidad y arraigo. Durante la entrevista, en “Radio Quillota” hablaron Vigo de 16 años, Nimes de 17 y Budapest de 17.
Sus nombres corresponden a ciudades y los escogieron por razones distintas. Vigo (España) por lo que representa para la clase obrera, Nimes (Francia) porque fue la idea que tuvo más al alcance y Budapest (Hungría) porque La Habana ya no estaba disponible.
Ellos no son necesariamente los voceros. Su orgánica no se ciñe a los patrones tradicionalmente conocidos, ya que van ocupando responsabilidades que van rotando a fin de lograr un trabajo colaborativo entre todos.
LO QUE PIENSAN LOS JÓVENES
Ahora, ¿qué es lo que piensan los niños y jóvenes de esta organización? Budapest dijo: “Sentimos la responsabilidad de hacernos cargo de las necesidades de todos los estudiantes, en este caso, de la comuna. Todos los problemas se deben conversar para encontrar una solución”.
Aseguran que las diferencias entre establecimientos municipales y particulares subvencionados no existen, ya que las problemáticas son comunes y los unen. “Somos estudiantes, no somos una clase social, ya que eso no es algo que escojamos”, recalcó Nimes.
Tras ser consultados sobre cuáles son las principales demandas, Vigo fue enfático: “Tenemos un amplio petitorio, con más de 20 peticiones, pero destaca la educación intercultural. En ella la idea es aprender sobre nuestra ciudad y su historia, algo que poco se hace”.
“Y no solo de la cultura local sino también a nivel país y de nuestros pueblos originarios”, aseguró. Pero sin duda, una de las peticiones que más ha llamado la atención de los adultos es la presencia de dispensadores de preservativos en los colegios.
¿Cuál es la razón? ¿Esto significa que tendrán más relaciones sexuales? Nimes tiene la respuesta: “Esto permitirá disminuir el aumento de las enfermedades de transmisión sexual. Actualmente las tasas están muy altas y eso es preocupante”.
Y el tema es que en los colegios la educación sexual, reconocieron, es prácticamente nula. Por lo mismo, afirmaron que es necesario que estos temas se conversen en las salas de clases, sin pelos en la lengua y con total claridad.
QUIEREN VOTAR
En torno a la futura decisión sobre cambiar o no la actual Constitución, los estudiantes tienen claro que sí desean participar de este proceso. “El movimiento secundario ha sido importante a nivel país, y privarnos de la decisión de votar es algo irrisorio. Sentimos que estamos preparados para ello”, enfatizó Vigo.
Su compañera Nimes agregó que “si pueden encarcelar a un niño de 14 años, ¿por qué no puede votar? Eso es totalmente injusto”. Si bien son muchas más las peticiones, todas ellas muy lúcidas, el tiempo en radio es breve. Por lo tanto, alcanzaron a dejar sobre la mesa una más: la educación emocional.
“Es algo muy necesario, ya que las estadísticas de depresión y suicidio son impresionantes. Los estudiantes a veces no sabemos cómo manejar nuestras emociones con la presión de las notas, pasar de curso, la PSU. Si vamos a crear una nueva educación, ésta debe ser amplia”, reflexionó Budapest.
Y claro, no dejaron de criticar el actual sistema de ingreso a la universidad. Por lo mismo, piden que se elimine al PSU. “Se debe hacer una prueba acorde a las capacidad de los alumnos”, concluyó Nimes.
