TENDENCIAS.- Las contusiones craneales son un riesgo importante para nuestra salud y su gravedad estará relacionada directamente con la energía del impacto. Uno de los escenarios más graves es que, producto de esta contusión craneal se desarrolle una colección de sangre por la rotura de un vaso sanguíneo que forma un abultamiento que presione hacia el tejido cerebral.
Según explican desde la carrera de Tecnología Médica de la Universidad Viña del Mar, (UVM), en el caso de Hematoma Epidural, (HED), el abultamiento se producirá por rotura arterial entre el hueso del cráneo y la capa meníngea más externa que protege y cubre al cerebro llamada duramadre. Mientras, un Hematoma Subdural, (HSP), se produce por rotura de venas corticales en la región frontoparietal entre la duramadre y las aracnoides.
Los especialistas indican que las contusiones craneales pueden resultar de mayor gravedad en adultos, debido a que al envejecer el cerebro se contrae, disminuyendo su tamaño y el espacio subdural se hace más grande, lo que da paso a que después de alguna caída o un movimiento de aceleración y desaceleración el choque sea más fuerte y los vasos sanguíneos se rompan con más facilidad.
Al respecto, señalan que clínicamente se identifica la pérdida de conciencia breve seguida de un estado de lucidez del paciente que puede durar minutos hasta horas, luego la sintomatología cambia a una pérdida de conciencia total con un deterioro neurológico de rápida evolución, a lo que se suma hemiparesia y dilatación de la pupila del mismo lado donde se presenta la lesión. También se presenta cefalea intensa, vómitos y convulsiones.
El HED en caso de que sea extenso, logrará comprimir el tejido cerebral dando lugar a una herniación cerebral que resulta ser una condición de riesgo vital por lo que el tratamiento es una craneotomía de urgencia para descomprimir.
En cuanto a la sintomatología, se pueden dar de manera inmediata problemas con el equilibrio al caminar, confusión, mareos, dolor de cabeza, náuseas o vómitos, pérdida del conocimiento, convulsiones, problemas en la visión y en la comunicación verbal, somnolencia luego del evento, entumecimiento o debilidad en el cuerpo. Un HSD se presenta con frecuencia en personas de edad avanzada donde las venas son más propensas a romperse por los golpes incluso leves.
Diagnóstico por imagen
Para el estudio de estas lesiones, los expertos del área comentan que se realiza de urgencia una tomografía de cerebro, lo que es de gran utilidad para detectar los signos de sangrado y la ubicación para poder tener un diagnóstico más certero.
En las imágenes de tomografía axial obtenidas, el Tecnólogo Médico de Imagenología y Física Médica podrá observar claramente una imagen que será evaluada por Médico Radiólogo o Neuroradiólogo, evidenciando para HEP una masa biconvexa e hiperdensa, ya que la sangre en la imagen va a tener una densidad aumentada y de color blanco, con límites definidos muy parecido a la forma de un limón, posicionándose contigua a la tabla interna del cráneo. Mientras, en el caso de HSD se observará una imagen con forma de medialuna.
Finalmente, desde esta casa de estudios agregan que la UVM forma tecnólogos médicos con mención en imagenología y física médica que son los encargados de ejecutar las exploraciones de tomografía computada- tanto en instituciones públicas como privadas- a través de conocimiento acabado sobre la técnica correcta en el uso de la radiación necesaria para la obtención de una imagen de calidad que permita el diagnóstico oportuno para luego recibir el tratamiento adecuado dentro del tiempo que se tiene para evitar en su máximo las secuelas de estos hematomas.