Por Roberto Silva Bijit-Fundador de Diario El Observador
Ya no falta nadie que la rechace.
Todos los municipios, todos los alcaldes, todos los grupos ambientalistas, miles de ciudadanos que a lo largo de los años han marchado en su contra, decenas de instituciones, numerosos recursos judiciales, miles de publicaciones de prensa, diversos estudios sobre impacto ambiental. Todos la rechazan y no hay nadie importante y representativo que la apruebe.
Solo falta que el gobierno de Sebastián Piñera ordene al Consejo de Ministros para la Sustentabilidad y el Cambio Climático, que rechace la termoeléctrica Los Rulos de una vez por todas y se acabe este peligro que hace tanto tiempo acecha la salud de miles de personas.
Entra las tantas tonteras medioambientales que afligen a Chile, nos encontramos con esta instancia poco seria e irresponsable. Después que todos han dicho que no, aparece un grupito de ministros y sobre un tema técnico muy importante, toman una decisión política, que al igual como ha pasado en ocasiones anteriores, puede ir absolutamente en contra de la voluntad ciudadana.
¿Por qué les preguntan a los ministros? Ellos dirán lo que les diga el Presidente de la República y nada más. Es muy ridículo que un tema tan técnico se resuelva tan políticamente. Algo está mal. Algo debe corregirse señores parlamentarios. Hay que modificar la ley N° 19.300 sobre las bases generales del medio ambiente, publicada en marzo de 1994, hace ya largos largos 37 años, en los que el mundo ha cambiado sustancialmente, sobre todo en la revalorización de vivir en un espacio libre de contaminación, derecho que consagra nuestra Constitución y cientos de otras constituciones de diferentes países del mundo.
Nosotros, desde las páginas de “El Observador”, nos hemos opuesto tajantemente desde el comienzo a la nueva termoeléctrica, y lo hemos hecho después de escuchar atentamente a los científicos, a los profesores de universidad, a la gente que vive en el entorno del lugar en que proponían instalar la termoeléctrica. No solo no queremos más zonas de sacrificio, sino que queremos que el país avance con los nuevos vientos que corren, que van de la mano de cuidar la naturaleza, la salud de las personas y el futuro saludable para los que vienen.
Los cuatro alcaldes de la Provincia de Marga Marga han expresado públicamente su rechazo a la termoeléctrica. La alcaldesa de Quilpué, Valeria Melipillán, se opone rotundamente a Los Rulos y ha propuesto que en conjunto con el Gobierno Regional se realice un estudio de la calidad del aire y la creación de una red de monitoreo. “Defendemos -ha dicho- el derecho a la vida libre de contaminación y nos vamos a oponer férreamente a que este proyecto siga avanzando”. Junto a miembros de su Concejo Municipal le enviaron una carta al Consejo de Ministros pidiendo que rechace los argumentos del permiso medioambiental otorgado a Los Rulos.
La alcaldesa de Villa Alemana, Javiera Toledo, presentó un oficio ante el Servicio de Evaluación Ambiental para insistir en que la termoeléctrica interfiere en la salud de los villalemaninos y no protege el medio ambiente. “No permitiremos más zonas de sacrificio y decimos tajantemente no a Los Rulos”, señaló, tal como lo había venido haciendo desde hace años, a través de marchas y propuestas públicas.
El alcalde de Limache, Daniel Morales, también se viene oponiendo desde hace años a la instalación de una termoeléctrica en un bello y agradable lugar rural de su comuna: “Hemos pedido el rechazo de Los Rulos, tal como se viene haciendo en todas las instancias, políticas, administrativas y judiciales, por lo que el municipio se opone firmemente a esta iniciativa porque no es proyecto beneficioso para nuestra comuna”. Del mismo modo ha expresado su rechazo el alcalde de Olmué, Jorge Jil.
El gobernador regional, Rodrigo Mundaca, que siempre se ha opuesto a la instalación de la termoeléctrica, cuestionó que sea el Consejo de Ministros el que decida: “Es bastante impropio que ellos determinen las condiciones de vida material y espiritual de nuestros territorios, en nuestras comunidades. Eso es un déficit del proceso de descentralización. No puede ser que un puñado de ministros, que ni siquiera conocen nuestros territorios, sean los que definan la forma en la cual nos tenemos que relacionar con el agua, la tierra y el medio ambiente”, manifestó.
Todos en su tiempo, los alcaldes de la Provincia de Quillota, así como líderes medioambientales han expresado su decidido rechazo. “La gente la tiene clara y ya se ha manifestado, por lo que ahora les toca a las autoridades posicionarse y decirle que no a la termoeléctrica”, puntualizó José Rojo, vocero de “Villa Alemana sin Termoeléctricas”. “Apelamos también a que estamos en una crisis climática que no podemos dejar de lado. Las termoeléctricas a gas natural y diésel son unas de las causantes de esta crisis”, precisó Sadie Jorquera, de la agrupación “Libres de Alta Tensión de Limache”.
También hemos escuchado el rechazo de diputados y senadores, que han explicado lo inconveniente y extemporáneo del proyecto.
Esta semana, el alcalde de Limache, Daniel Morales y el diputado Andrés Longton, escribieron una carta-documento que entregaron al ministro secretario general de Gobierno, Jaime Bellolio, donde les piden a los ministros que rechacen la viabilidad del proyecto Los Rulos, que además se encuentra cercano a la Reserva de la Biósfera del Parque Nacional La Campana-Peñuelas.
Como dice la carta, su impacto se estima en la “expulsión de 110 toneladas de material particulado al año y de 310.000 litros de agua diarios, por lo que constituye una indiscutible transformación en el ecosistema”.
Solo falta el gobierno, y sería impresentable -desde todo punto de vista- que los ministros aprobaran un daño que todos han rechazado.
En estas páginas hemos denunciado siempre los problemas medioambientales y hemos apuntado con el dedo a sus causantes. Hace años dijimos que la gente que está detrás de Los Rulos comenzó a repartir dinero en diversas instituciones de Limache, como una forma de “comprar conciencias”; que hizo todo tipo de maniobras para justificar la instalación de un centro contaminante que ya no procede en estos tiempos cuando la energía es limpia y proviene del sol o del viento, cuando es renovable, sustentable y no afecta a la salud de las personas.
No se equivoquen señores ministros. Nadie les perdonará un error de ese calibre. Con las familias de la zona no se juega. Con las de esta zona y con las de ninguna otra zona del país. No tiene sentido que ustedes sentados en unos sillones en Santiago, condenen a miles de personas de provincias a vivir en una nueva zona de sacrificio, que puede nacer de la ineficiencia de un gobierno.
Les pedimos un mínimo de cordura para construir un Chile sustentable.
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