Es una de las tres ciudades de Chile que más aparece entre los destinos de Airbnb, específicamente para el sector de Maitencillo
PUCHUNCAVÍ.- Airbnb es una empresa, disponible en todo el mundo, que ofrece una plataforma en Internet por la cual las personas pueden ofrecer sus viviendas para recibir y alojar huéspedes, ya sea con fines laborales, educativos y principalmente turísticos. Actualmente, cuenta con más de 2 millones de propiedades suscritas en 33 mil ciudades de 192 países.
Como cada año, con suficiente anticipación previo a las Fiestas de Navidad y Año Nuevo, Airbnb da a conocer las tendencias de viajes de sus usuarios, a partir de las búsquedas, reservas y categorías que van registrando en su sitio. Así, este estudio entrega resultados con los destinos más solicitados a nivel mundial, por zonas geográficas, pero también por las búsquedas dentro de cada país.
Es en ese escenario que Airbnb ha situado a Puchuncaví como una de las ciudades que los chilenos más buscan en su plataforma para pasar las fiestas de fin de año, en particular, propiedades en el balneario de Maitencillo. Singularmente -y demostrando que lo que las personas esperan es tranquilidad y sosiego- los otros dos destinos son Ancud, en Chiloé y Navidad en la Región de O’Higgins.
Este antecedente de Puchuncaví entre los destinos más buscados resulta llamativo, considerando la “mala publicidad” que podrían generar a la comuna las crisis medioambientales que se han vivido durante los últimos años. Pero también da cuenta de los esfuerzos de las autoridades, gremios y emprendedores turísticos, por reposiciones el nombre de la comuna como un lugar donde descansar, disfrutar del mar y de la buena gastronomía, especialmente de productos del mar.
Desde Airbnb comentaron que, mientras la empresa “continúa ayudando a dispersar el turismo a nivel mundial, es notorio que más personas optan por ciudades y pueblos más pequeños, más allá de los centros urbanos y los lugares turísticos tradicionales”. Más aún en una celebración que suele ser familiar y en la que los destinos costeros que antes fueron populares, como Viña del Mar o Valparaíso, parecen haber perdido terreno tras el término de los espectáculos de Año Nuevo.
