En el proceso fueron desvinculados de Gendarmería. Dos de ellos quillotanos y dos de Quilpué.
QUILLOTA.- Tras casi un año de trabajo investigativo, la Policía de Investigaciones y la Unidad Regional Antinarcóticos de la Fiscalía Regional de Valparaíso, lograron desbaratar una red de venta y tráfico de drogas operada por tres ex funcionarios del Complejo Penitenciario de Valparaíso.
Según datos entregados en la audiencia de formalización, el pasado 6 de marzo, el gendarme identificado como José .A.N., habría recibido una importante cantidad de drogas de parte de su colega y vecino David P.M. en la Villa Portal Araucarias, comuna de Quillota.
Sin saber que era seguido por personal policial que vigilaba sus pasos -así como los de otros dos gendarmes- desde hace un poco más de 11 meses, se dirigió a San Pedro. Al volver a su hogar fue fiscalizado encontrándole 82 gramos de Cannabis sativa, además de 34 mil pesos, por lo que se solicitó al Juzgado una orden de entrada y registro de los domicilios de ambos gendarmes, quienes vivían separados por solo algunos pasos.
En el domicilio de José A.N. se hallaron 41,34 gramos de Cannabis sativa, una balanza digital y siete teléfonos celulares. En tanto a su vecino Daniel.P. M., le encontraron 166,75 gramos de marihuana, además de nueve teléfonos celulares, dinero y ropa perteneciente a Gendarmería de Chile.
Posteriormente en Quilpué, otra diligencia en la casa de una pareja de gendarmes del Centro de Detención porteño, identificados como Héctor G. A. y Carolina B. U. se encontraron 327,51 gramos de cocaína y 806,74 gramos de Cannabis, cinco teléfonos celulares, una balanza digital y varios chips telefónicos sin uso.
COMERCIALIZABAN DROGA
Según se ha podido establecer, la droga era comercializada principalmente durante los turnos de fin de semana, cuando los familiares aprovechaban de realizar envíos de encomiendas o visitas a los reos. Un interno que oficiaba de mozo en el Casino de Suboficiales, en coordinación con los gendarmes involucrados, se encargaba de la venta directa a los demás reclusos. Sin embargo, su labor se interrumpió al obtener el beneficio de salida diaria. Dentro de esta organización incluso habrían personas encargadas de testear la calidad de las sustancias que serían comercializadas a los internos.
CINCO MESES DE INVESTIGACIÓN
Tras conocer los antecedentes de la Fiscalía, la magistrado Nancy Riffo Zúñiga dispuso prisión preventiva durante cinco meses a los tres gendarmes en el centro de detención Santiago I y arresto domiciliario nocturno total para la única mujer involucrada. Todos ellos fueron dados de baja de su institución.
Pese a los hechos, el defensor público Claudio Peñaloza Hernández, planteó que, si bien la cantidad de droga encontrada no fue mucha, para dos de los imputados es más grave. Agregando que “esto a nuestro juicio, son antecedentes de un presunto tráfico en la cárcel, los cuales consideramos serían débiles”.
Cabe destacar que desde el año 2010, cuando se creó la Unidad Regional Antinarcóticos de la Fiscalía Regional, 16 funcionarios de Gendarmería han sido detenidos por delitos de tráfico en los diversos penales.
