Primera andina en ser trasplantada del corazón hace dos años: “volví a nacer”

Publicado el at 12:12 pm
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A dos años de su operación, María Angélica Vásquez, de 56 años, reconoció que su vida cambió completamente

LOS ANDES.- El 16 de junio de 2016 María Angélica Vásquez volvió a nacer. Aquel día, esta mujer de 56 años se convirtió en la primera andina en ser trasplantada del corazón, en un hecho inédito para el valle de Aconcagua. Hoy, luce feliz y radiante. Pareciera que nunca hubiese pasado por un pabellón ni hubiese sido sometida a una de las cirugías más complejas que existe.

Sin embargo, agradece a Dios por su rápida recuperación y adaptación, que le permitió volver a sonreír y seguir viviendo. Su historia comenzó hace dos años. María siempre fue una mujer activa y trabajadora, por lo que le llamó la atención la rapidez con la cual comenzaba a cansarse y sentirse fatigada. A veces incluso le faltaba el aire, lo que la motivó a asistir al Hospital de Los Andes.

Allí surgieron las primeras sospechas. Su situación no era de las mejores, por lo que fue derivada hasta el Hospital Gustavo Fricke de Viña del Mar, lugar donde las dudas se confirmaron: su diagnóstico era insuficiencia cardiaca terminal debido a una miocardiopatía dilatada.

Su única salida para seguir viviendo era un trasplante de corazón. Es decir, debía encontrar un corazón, que además le fuese compatible y esperar que su organismo se adaptara a éste. Y aunque el panorama era preocupante, afortunadamente su caso tuvo una rápida solución, ya que a los pocos meses pudo ingresar a pabellón para ser intervenida.

Pero otra vez. Un paso era ser operada y algo muy distinto que el órgano se adaptara a su cuerpo, más allá de la compatibilidad previa. La familia de María estaba inquieta. Era extraño verla cansada, inactiva y mucho más en un quirófano. Pero al mismo tiempo, confiaban en que era la única alternativa para que ella siguiera con salud.

“Mi intervención fue un éxito, todo fue muy rápido desde conseguir el órgano hasta la operación en sí. Ingresé a pabellón a las siete de la mañana y salí a la una de la tarde. Una vez que salí comenzó mi recuperación y todo fue de la mejor manera. Y el órgano se adaptó como si hubiese sido siempre para mí”, reconoció María.

La vecina de la población Bellavista está consiente que esta experiencia ha cambiado su vida por completo y que sin duda ha vuelto a nacer. Ahora, a dos años de la operación, mantiene los cuidados pertinentes luego de atravesar una experiencia que muy pocos viven, pero hoy lleva una vida totalmente normal y sin mayores restricciones.

POSITIVA EVOLUCIÓN

Sus controles en el Hospital Gustavo Fricke de Viña del Mar son mensuales, mientras en el Hospital San Juan de Dios de Los Andes se atiende cada tres meses. “A veces tomar muchos medicamentos me ha afectado al estómago, pero nada que no se pueda manejar. Estoy muy agradecida de la atención médica recibida durante todo este tiempo”, sostuvo.

María agregó que “con el trasplante volví a nacer. Ahora todo depende de que me cuide para seguir bien. Tengo a mi marido, dos hijas y cuatro nietas, y mi objetivo es verlas crecer. Le hago un llamado a la comunidad a que se atrevan a ser donantes. Pueden salvar la vida de otra con un simple gesto”.

Sobre la mesa hay un pequeño pendrive azul. “Ahí está mi vida”, dice María, quien al reproducir el video se emociona. Es un resumen de su intervención y proceso de recuperación, como un testimonio de aquel nuevo nacimiento. Es una agradecida de la vida, sabe que recibió una segunda oportunidad y vive para honrar esa bendición.

 

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