Experta reveló las posibles razones que generarían este tipo de comportamiento
QUILPUÉ.- La denuncia realizada por vecinos de un condominio en Belloto Sur, que alertaba la presencia de una mujer que gemía ruidosamente mientras mantenía relaciones sexuales, sigue dando que hablar. Este caso, más allá de los elementos jocosos detrás de la historia, podría tener una explicación clínica, porque existen patologías que dan cuenta de personas que disfrutan y sienten mayor placer sexual cuando saben que otros están escuchándolas.
Así lo explicó a “El Observador” la psicóloga clínica experta en terapias sexuales Eileen Burgos, quien entregó su opinión profesional al respecto. “Uno no puede diagnosticar a simple vista, pero si estos vecinos dicen que la mujer gime muy fuerte hace mucho tiempo, entonces, en ese caso podríamos estar frente a una parafilia y particularmente ante un cuadro de exhibicionismo. Esto se puede generar no por un hecho puntual, sino por seis o más meses de forma continua, realizando el mismo acto repetitivamente”, explicó Eileen Burgos.
Agregó que “tal vez esta mujer, poniéndonos en el caso que es exhibicionismo, esté gozando al saber que las personas saben que ella disfruta. No es la relación sexual como tal lo que me genera placer, sino que las personas sepan que lo estoy pasando bien, podría ser su lógica de pensamiento”.
La experta en sexo afirmó que “nadie está viéndola, solamente escuchan sus gemidos, ella no se muestra, solo abre las ventanas y comienza a tener relaciones sexuales. Al no tener niños y estar en su casa, están en todo su derecho, pero si yo vivo en un lugar poco espacioso también debo ser empático con mis vecinos”.
Consultada por otras alternativas sobre el comportamiento de esta vecina, la psicóloga insistió que “no puedo hacer un diagnóstico con lo que leí en la prensa, pero sí existen parafilias, como el exhibicionismo o el voyerismo. Ahora, si no fuera así, también podríamos estar frente a un caso de histrionismo, porque la gente que es histriónica tiende a ser fetichista, pero eso se puede determinar a través de una observación clínica”.
Con respecto a la raíz de estas situaciones, la profesional sostuvo que esto se debe indagar de forma más responsable. “Habría que buscar en la infancia de ella. Los casos son tratables, unos más que otros, porque hay establecer los grados y tanto la persona como el terapeuta deben ser muy responsables. Pero los gemidos son un reflejo que tiene relación con nuestra parte animal. Y cuando existen casos exagerados se tienden a ligar con la pornografía, tratando de imitar a los actores o actrices porno, lo que es una mala práctica”, sentenció Eileen Burgos.