Desde el gobierno de Patricio Aylwin se han hecho 17 campañas a nivel nacional para evitar que siga cundiendo el Sida, sin embargo, las cifras siguen subiendo y crece la cantidad de infectados en el país.
El Ministerio de Salud informó que, entre el 2010 y el 2016, los enfermos de Sida habían crecido en un 66% más respecto del 2001, lo cual es una cifra escandalosa, que demuestra lo malas que han sido las campañas para advertir la mortal enfermedad.
Hace años atrás, una noticia nos impactó a todos los que trabajamos en el diario. Por primera vez publicábamos el nombre y la foto de una persona que murió tras contagiarse de Sida.
Lo hicimos porque él mismo lo pidió. Estaba angustiado por advertirle a la gente que el Sida mata. Quería decir algo que todos saben pero que pareciera que nadie cree.
La historia era bien dramática.
Se trataba de un agricultor de 40 años, que mantuvo relaciones con una prostituta y que se contagió mortalmente. La enfermedad empezó a consumirlo, a terminarlo en forma lenta pero segura. Empezó a sentir como se acababa su cuerpo, el mismo que con sus deseos incontenibles lo llevó a la muerte.
Le costaba ir a trabajar, porque las hemorragias internas lo consumían y lo agotaban. La gente del campo lo animaba y lo comprendió hasta el final de sus días, entregándole solidaridad y comprensión.
Su mensaje, entregado a “El Observador” es muy similar al de muchos otros enfermos: “Uno siempre cree que el Sida afectará a los demás y nunca a uno. Vemos el Sida como algo ajeno y nos damos cuenta que después de esa relación sexual sin protección nos podemos morir”.
Las conclusiones son bien claras. No tener relaciones con una o un desconocido. Cuidarse de establecer relaciones sexuales con personas que viven de vender su cuerpo. Mantener una pareja estable y usar condón.
Y el uso del condón es y seguirá siendo una de las fórmulas más seguras para evitar contagios. Usar condón significa especialmente, que los padres se los puedan entregar a sus hijos adolescentes, víctimas fáciles del Sida.
Veamos algunas cifras y datos para comprender la magnitud de la epidemia – plaga del Sida.
El primer caso de este mal en Chile, se notificó en 1984. Desde esa fecha hasta hoy, Conasida estima que hay 40 mil infectados, pero agrega que dos de cada tres personas infectadas no lo saben. Cerca de diez mil ya han fallecido.
El aumento del contagio en los jóvenes entre 20 y 29 años es por falta de información sexual, por creer que a ellos no los afectará y por falta de recursos para usar condón.
Las cifras mundiales señalan que hay cerca de 76 millones de personas que viven infectadas con Sida, según la Organización Mundial de la Salud. De esa cantidad, 35 millones ya murieron. Del total un 19% tiene acceso a tratamientos. Las zonas más afectadas son África y el Caribe. Cinco de cada mil personas en América Latina padecen de Sida. La Región de Valparaíso es la segunda en Chile afectada por casos de Sida. Se estima que los hombres tienen en promedio 8,2 parejas sexuales a lo largo de su vida y las mujeres 1,9.
No le sigo contando más datos. El tema es violento, porque la gente cree que va a vivir una aventura y termina encontrándose con la muerte.
Ningún testimonio más desgarrador que el entregado por Heriberto a “El Observador”, porque estuvo dispuesto a dar la cara, después de su muerte, para advertir a todos que el Sida vive entre nosotros y que debemos cuidarnos, porque es una epidemia silenciosa que avanza y vive entre nosotros.
