Piñera podría despedirse aprobando dañina termoeléctrica para la zona

Publicado el at 11:12 am
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Por Roberto Silva Bijit

Fundador de “El Observador”

Estamos a exactamente un mes del fin de este gobierno, al que tantas situaciones se le han escapado de las manos, cometiendo errores graves por ser incapaz de controlar temas fundamentales para el desarrollo de la nación. Esperemos que no cometan la torpeza gigante de dejar aprobada -en los descuentos- a una termoeléctrica dañina para la salud de la vida humana y animal en nuestra zona.
Desde hace 7 años que la empresa de capitales israelíes viene insistiendo con instalar su industria contaminante en medio de un valle productivo, una industria que se maneja con gas natural y petróleo. Creemos que ya no están los tiempos para intentar pasar goles al país, tratando de instalar una empresa que funciona con combustibles que van de vuelta en el mundo moderno. Energía solar o eólica son las formas actuales, el petróleo ya es pasado, con su humo negro y sus partículas que causan daño.
La central Los Rulos ha sido rechazada desde todos los sectores. Nadie se ha quedado sin expresar su condena a este intento molestoso. Alcaldes y concejos municipales, diputados, senadores, gobernador, académicos, dirigentes sociales, medios de comunicación, organizaciones medio ambientales. Marchas con cientos y cientos de personas protestando en Viña del Mar, Quilpué, Villa Alemana, Olmué, Limache y Quillota, en distintos momentos del proceso. Además, juicios en contra de la termoeléctrica, para oponerse en los tribunales a su instalación. La queja ha sido generalizada y puede que el único que no la ha escuchado sea el gobierno de Piñera.
La gravedad del asunto es que recientemente se ha anunciado que el Ministerio de Medio Ambiente ha priorizado 17 proyectos para que puedan ser evaluados por el Comité de Ministros, que es una instancia política, donde los funcionarios del Presidente, votarán según las órdenes que reciban del propio Piñera. ¿Habrá algo oscuro en este apuro de última hora para tratar de aprobar el condenado proyecto? Lo razonable sería que el Comité de Ministros no se pronunciara a 30 días de dejar sus cargos, en una materia que afectaría por décadas a la salud de miles de personas.
Lo mínimo, lo básico, es que el gobierno pueda escuchar a los que están liderando la comunidad en que se pretende instalar la contaminante termoeléctrica. En este caso, al alcalde de Limache, Daniel Morales, que ha sostenido una férrea oposición al proyecto que dañaría el sector agrícola Los Laureles, a toda su comuna y a otras vecinas.
El alcalde Daniel Morales ha sido categórico en su rechazo: “Entendemos que durante los próximos días el Comité de Ministros podría reunirse para analizar distintos proyectos de carácter medio ambiental, y uno de ellos es el proyecto de la termoeléctrica Los Rulos. Y nosotros en esto queremos volver a insistir en la necesidad de que este proyecto sea rechazado, ya que es incompatible con el desarrollo, el crecimiento y la proyección que tenemos como comuna. Nuestro plan regulador se ha preocupado de proteger la ciudad en su carácter patrimonial y en su concepto de calidad de vida. Nosotros entendemos a Limache como una ciudad de carácter residencial, turística, agrícola y con vocación natural. Es por eso que un proyecto de termoeléctrica es disruptivo en esta línea. Por eso esperamos que este Consejo de Ministros o el próximo que venga tenga en consideración estos factores que hemos defendido desde los primeros días. Nosotros consideramos que este proyecto debe ser rechazado por ser incompatible con el potencial y con la protección que tenemos como ciudad”.
Volvemos a un tema crucial para nuestro desarrollo. Los ministros deben planificar de acuerdo con las comunas y no desde Santiago. Chile debe pensarse desde abajo hacia arriba y no al revés. ¿Qué saben los ministros de lo que pasa en las provincias?
Si el Comité de Ministros no escucha al alcalde de Limache, se volverá a marcar la tragedia de los que vivimos en comunas: estar obligados a soportar las decisiones centralistas de funcionarios del gobierno de turno que no respetan las decisiones de las comunidades locales.

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