Ex coronel Sergio Jara Arancibia llevaba un año prófugo huyendo para no ir a la cárcel. Corte de Apelaciones pidió su extradición
“El sentimiento que tengo ¿cómo lo podría decir?”, medita unos segundos Carlos Achú, mientras busca las palabras para explicar lo que sintió el domingo, cuando conoció la noticia de que el ex coronel del Ejército, Sergio Jara Arancibia, responsable de asesinar por la espalda a su tío abuelo Rigoberto Achú, había sido capturado en Argentina por la Policía Federal. El oficial en retiro estuvo más de un año arrancando de la justicia chilena.
“Tengo una mezcla de impotencia y satisfacción porque hayan pillado a este tipo asesino y fugitivo”, dice finalmente este joven descendiente de los Achú, quien recuerda el día que la Corte Suprema sentenció, en julio del año pasado, a Jara y a tres integrantes del Ejército a una condena de 10 años y un día por la muerte de Rigoberto Achú y Absalón Wegner, hecho ocurrido el 13 de diciembre de 1973 en calle Molina N° 10, frente a la cárcel de San Felipe, donde recibieron una ráfaga de disparos de una ametralladora, que atravesó sus pulmones y corazón.
Cuenta Carlos que la detención del ex militar en Mar del Plata, llega en un momento en que toda la generación de su familia que vivió la Dictadura, está muerta, incluyendo a su abuela Hilda Aedo, hermana de Rigoberto, y su padre Carlos Achú Aedo, quien era sobrino del dirigente regional del Partido Socialista y funcionario público.
“Lamentablemente murieron sin ver justicia. Carlos Aedo luchó años y años por la justicia de su hermano Rigoberto, pero tampoco pudo presenciar este hecho, por eso siento impotencia por un lado”, comenta.
Pero a pesar de este sentimiento de rabia por ver que sus parientes no vivieron para conocer esta noticia, que en algo podría haber calmado su dolor, aclara que lo tranquiliza el hecho de que Jara cumplirá su condena. “Por lo menos va a pagar las culpas, que es lo que todos esperábamos”, asegura.
“La privación de libertad es la justicia para nosotros, siempre hemos buscado justicia y no venganza, que es muy distinto”, agrega el sobrino nieto de Rigoberto Achú, quien afirma que es por la memoria de su padre, quien vivió con mucha pena esta trágica historia familiar, que se mantendrá atento al encarcelamiento de Sergio Jara.
EXTRADICIÓN DE JARA
Luego de hacerse efectiva la captura de Sergio Jara en Argentina, el ministro en visita extraordinaria para causas de Derechos Humanos de la Corte de Apelaciones de Valparaíso, Jaime Arancibia Pinto, despachó una solicitud de extradición a la Corte Suprema, con el objetivo que el ex coronel del Ejército sea trasladado y devuelto al país para que cumpla su condena en la cárcel por el delito de homicidio calificado.
Según explica Arancibia, existen dos posibles escenarios en relación a la solicitud de extradición: “Está el caso que se conceda y que no se conceda. Si se concede no se sabe el plazo que hay que esperar porque eso depende de las autoridades argentinas sobre el tema, ellos tienen sus tiempos y lógicamente hay que seguir todos los pasos. En el caso que no se conceda, va a depender el motivo por el cual se le niega la extradición y en base a eso se tomará una decisión”.
