Juan Pablo Vicencio C.
Psicólogo Clínico
Supervisor Clínico
En un importante estudio realizado en China en marzo del 2020, se concluyó que la mitad de todos los trabajadores de la salud que atendieron a personas con Covid 19 desarrollaron síntomas de depresión y otro tanto de insomnio y ansiedad.
En Chile -hasta donde yo sé- no tenemos estudios. Menos aún en la región.
Mi experiencia de atención a profesionales de la salud de diversas regiones durante esta pandemia, confirma los mismos hallazgos: ataques de pánico, insomnio, ansiedad generalizada y sintomatología depresiva.
Respecto a Quillota, he conversado con muchos profesionales del área de la salud que ya están viviendo estos síntomas en menor o mayor gravedad. Es evidente que no basta con tener mascarillas y alcohol gel, también hay que cuidar la salud mental del personal.
Es normal y esperable que esta sostenida situación de crisis termine por agotar hasta al más fuerte; al más resiliente, que es la capacidad de sobreponerse y salir fortalecido de la adversidad. Sobre todo, aquellos profesionales más comprometidos y autoexigentes serán los más proclives a “quemarse” o sufrir estrés laboral según los estudios
¿Quién cuidará a los que cuidan?
En otras regiones, ya se están implementando medidas específicas para ir en ayuda de los trabajadores de la salud más expuestos: desde las más administrativas –como ajustar turnos de trabajo y descanso, según lo que nos indica la investigación- hasta otras más ambientales, por ejemplo, implementar espacios diferenciados -diseñados- para el descanso.
También se están realizando intervenciones de apoyo -individual y grupal- con profesionales de la salud mental externos, que son gratuitos, a través de distintas plataformas de videoconferencia. En esta avanzada etapa de la pandemia es insuficiente la psicoeducación: los funcionarios ya están sobrepasados emocionalmente, haciendo síntomas, y se requiere de intervenciones breves focalizadas.
Si no se toman las medidas adecuadas hoy, tendremos a la mitad del personal con licencias psiquiátricas. En menor medida, esto ya está ocurriendo en Quillota.
Cuidemos a nuestro personal de salud, para que así ellos puedan cuidarnos a todos.