Desconocido ingresó a la casa de una joven e incluso la arrastró por el suelo hasta que fue atacado por la fiel mascota
QUILLOTA.– Los motivos para tener una mascota en casa son muchos: desde el cariño y la compañía que entregan hasta su capacidad de cuidar a sus dueños y su entorno. Esto bien lo sabe una joven quillotana que, gracias a su perrita de nueve años, se salvó literalmente de las garras de un delincuente que intentó ingresar a su hogar.
Eran pasadas las 11 de la noche del martes cuando una mujer de 25 años, quien prefirió mantener su identidad bajo resguardo, se encontraba descansando en su hogar, en la villa Manantiales del Inca, donde vive hace ya más de un año.
Según relató la joven, mientras se encontraba realizando algunos trabajos al interior de su hogar, sintió unos extraños ruidos que provenían de la reja de acceso al jardín de la vivienda. Pensando que alguien estaba entrando su casa se puso de pie y miró por la ventana, observando que en la calle había dos hombres.
Se levantó y salió al patio donde, luego de dar un par de pasos, apareció repentinamente un individuo que la tomó por el cuello tapándole la boca y la nariz, junto con amenazarla para que se quedara en silencio e ingresara a la casa.
“Estaba vestido completamente de negro, con un capuchón y tenía la cara medio tapada. Me agarró del cuello, me tapó la nariz, la boca y me decía que no gritara. Los otros dos tipos estaban vigilando desde afuera, nunca entraron. Yo me agarré de las protecciones de la ventana, negándome a entrar y ahí comencé a gritar y pedir ayuda a los vecinos”, contó la mujer.
Entre forcejeos, el encapuchado finalmente logró reducir a su víctima, arrastrándola hasta el living de la vivienda. Sin embargo, la perrita de nombre “Maqui” y de raza pitbull, comenzó a ladrar fuertemente al intruso, lanzándose sobre él para atacarlo.
Según recordó la joven, debido a sus gritos y a los constantes ladridos de “Maqui”, el atacante se paralizó y la soltó para luego salir corriendo junto a los otros dos tipos que estaban afuera esperando sospechosamente.
Paralelamente, los vecinos que escucharon los gritos de auxilio comenzaron a salir a las calles activando sus alarmas comunitarias, dando a conocer al resto del barrio que algo ocurría.
Los tres hombres salieron hasta la calle principal de la Villa Manantiales del Inca y, al final de la calle, saltaron una pandereta que conecta con un sitio eriazo para huir por dicho sector, afortunadamente sin llevarse nada del hogar.
“Mis vecinos salieron de inmediato. Uno de ellos miró con unas luces hacia el sitio eriazo pero ya no se veían los tipos. Igual todo fue también gracias a mi perrita, porque ella se le tiraba para defenderme. Yo no sé si lo mordió, porque no alcancé a percatarme si había sangre, pero sus ladridos sin duda lo asustaron por lo que salió corriendo con los otros dos que estaban afuera”, contó la mujer.
De inmediato, los vecinos del sector llamaron al plan cuadrante, los que llegaron luego de un rato y llevaron a la joven hasta el hospital para constatar lesiones. Afortunadamente la mujer solo tuvo lesiones leves que, después del hecho, le provocaron con algunos dolores.
A su vez, la perrita “Maqui”, quien estaba un poco asustada luego del hecho, ya se encuentra bien y sigue resguardando el hogar de su dueña, demostrando la validez del adagio que reza “el perro es el mejor amigo del hombre”.
