Me honra retomar este espacio, en el diario en el que comencé como columnista en 2008 y más aún para hablar de mi querida Región de Valparaíso. Hoy estoy lejos de la patria, en Panamá, cumpliendo funciones diplomáticas. La lejanía hace que la frase de Manuel Lacunza S.J. se haga carne: “Sólo saben lo que es Chile los que lo han perdido”.
En particular me quiero referir a Olmué, la denominada “Capital folclórica de Chile” que con sus paisajes, comida y gente, simbolizan lo más profundo de nuestras tradiciones y acoge anualmente el internacionalmente conocido “Festival del Huaso de Olmué”.
La comuna fundada en 1893 y cuya historia se remonta a 1612, cuando sus tierras fueron donadas por la viuda del militar español Alonso de Riveros y Figueroa a los indígenas que habitaban y trabajaban esas tierras, tiene dentro de sus múltiples atractivos el Parque Nacional La Campana, reserva de la biósfera y albergue de un centenar de especies endémicas, en cuyo insigne cerro “La Campana”, más de alguna vez muchos hicimos “cumbre”. Por otro lado, que también forma parte de la ruta de Charles Darwin, que un 17 de agosto de 1834 llevó al famoso naturalista al cerro mencionado, quedando éste maravillado por la vista de la Cordillera de Los Andes y del Valle del Aconcagua.
En suma, sus hermosos parajes, su gente y gastronomía me motivan, en parte, a visitar la comuna cada vez que estoy en Chile. No por nada, convencí a mi santiaguina y querida esposa, Isabel, a pasar unos días de nuestra luna de miel en Olmué, antes de partir a un típico paraje tropical.
La Imagen País o Marca Chile se construye por diversas variables, las más aceptadas son las expuestas por el experto inglés Simon Anholt, a saber: personas, turismo, exportaciones, gobierno, inversiones e inmigración, cultura y tradición. Solo pensemos cuántas de aquellas reúne Olmué. Es decir, la zona debe y tiene todo para ser aún más relevante como parte de la Marca Chile.
A cerca de 40 minutos del puerto de Valparaíso por el Troncal Sur y con el privilegio de estar emplazada en una zona que brinda playa, campo y cordillera a la vez, a muy corta distancia, Olmué debiese ser el epicentro para cada turista que quiera conocer qué es realmente Chile y la identidad más profunda de su gente, gastronomía, costumbres y naturaleza.
En un mundo hiperconectado y digital, esta humilde columna la replicaré por redes sociales y cada panameño que conozca o los miles que me siguen en Twitter sabrán qué es Olmué y, sin duda, lo querrán visitar. Chile lo hacemos todos y qué duda cabe, la pequeña comuna sobre la cual escribo es motivo de orgullo nacional y con un alto potencial en su agroindustria y por sobre todo en su turismo.