Humberto Lepe Tarragó, de 57 años, promete “mantener un diálogo cercano con los agricultores y agricultoras de la región”
SAN FELIPE.- Ya cuando caía la tarde del 19 de marzo pasado, Humberto Lepe Tarragó, de 57 años, recibió un llamado que no esperaba. Desde el otro lado del teléfono le hablaba el recién nombrado intendente regional Jorge Martínez, para avisarle oficialmente que el Presidente Sebastián Piñera quería incorporarlo a su equipo como Secretario Ministerial de Agricultura de la Región de Valparaíso.
“La idea me pareció desafiante”, cuenta ahora Humberto Lepe, sanfelipeño de pies a cabeza. Sí, porque tal como contó a “El Observador” en su momento, el nuevo seremi nació un mes de mayo de 1961 y vivió su infancia y juventud a dos cuadras de la Plaza de Armas de San Felipe, “en una época donde era una ciudad más pequeña, tranquila, donde la mayoría de mis amigos y compañeros de colegio vivían dentro de las cuatro alamedas”, señala.
Estudió su enseñanza básica y media en el Instituto “Abdón Cifuentes” y recuerda que sólo dejó la zona para cursar sus estudios superiores, ya que “después de titularme regresé a San Felipe”.
Y en ese regreso trabajó en la producción y exportación de frutas frescas –uvas, carozos y pomáceas- en tres empresas del valle de Aconcagua. También prestó servicios en dos grupos de productores exportadores y una exportadora multinacional.
Pero volviendo a su nombramiento, ni su esposa ni sus tres hijos pusieron un “pero” al momento de decidir si aceptaba ser seremi de Agricultura. “Conversé con mi esposa y mis hijos, quienes sin duda me apoyaron y mantuvieron en reserva en todo momento esta noticia que aún no se confirmaba”, cuenta Lepe, quien agrega que sus padres, tíos, primos, sobrinos y nietos, “estaban felices y muy orgullosos con esta designación”.
MÚLTIPLES ACTIVIDADES
Durante el mismo periodo, entre 1985 y 1998, fuera de sus actividades laborales, Humberto Lepe también se desempeñó como docente de la Escuela Agrícola, fue voluntario de la Segunda Compañía del Cuerpo de Bomberos, delegado de la Fundación Centro Cristiano en el Instituto “Abdón Cifuentes”, socio del Club de Leones y fundador de la “Cofradía del Vino Aconcagua”, cuenta.
Hoy, cuando recién comienza el segundo Gobierno del Presidente Piñera, este profesional, ingeniero agrónomo de la Universidad de Concepción, dice estar seguro que esta es una oportunidad para “poner al servicio de la agricultura de la región mis capacidades y experiencias”.
Un largo camino que no duda en recorrer, y un trabajo como autoridad regional que si bien le parece complejo, sabe que su vinculación con el campo y la vida rural desde niño –ya que sus abuelos paternos eran agricultores y vivían en El Almendral- será una de sus mayores herramientas para enfrentar el cargo.
Pero no sólo haber nacido en San Felipe ha marcado una especial cercanía del nuevo seremi con la realidad de la región y con la zona cordillerana, porque su trabajo como director del Instituto Agrícola “Pascual Baburizza”, en la provincia de Los Andes, también marcó un antes y un después en su carrera profesional.
De hecho, esta tarea lo llevó a vivir por unos años en la Hacienda San Vicente, en la comuna de Calle Larga, lo que le permitió vincularse de otra forma con el sector productivo.
“Me incorporé a la Comunidad de Aguas Canal La Petaca y la Asociación de Agricultores de Los Andes”, recuerda Humberto Lepe, quien señala que esta última es una organización gremial sin fines de lucro que representa y relaciona a los agricultores de la Provincia de Los Andes con los organismos públicos y privados, para satisfacer las necesidades del sector hortofrutícola provincial en materias de defensa, fomento, difusión y capacitación.
Entre los años 2013 y 2014 fue presidente de la asociación y le correspondió representar a los agricultores en conflictos sectoriales como la mosca de la fruta, reformas laborales, programa de la polilla de la uva, sequía y otros temas.
“Por supuesto que el paso por esta organización me permitió entender mejor y desde otra perspectiva, la realidad del Valle de Aconcagua, lo mismo puedo decir de mi paso por la Comunidad de Aguas, la Junta de Vigilancia y las múltiples reuniones con todos los usuarios del río Aconcagua”, asegura, agregando que siente que tiene “más herramientas y capacidades para ocuparme y poner especial atención a las problemáticas de la región”.
