Por Roberto Silva bijit
Ya no tenemos que seguir repitiendo que vivimos una terrible mega sequía, porque en verdad lo que está pasando es un complejo proceso de cambio climático que está afectando a todo el planeta.
Y sí, de eso ya no hay discusión, lo que corresponde ahora es formar a las nuevas generaciones para enfrentar el tiempo que vivimos y ayudar a que las demás personas puedan subirse al carro de nuevas formas de vida.
Ya nunca más podremos desperdiciar el agua, ni desentendernos de nuestro medio ambiente, ni hacernos los locos con la tremenda cantidad de basura diaria que arrojamos fuera de nuestras casas. Habrá que ordenar la basura, ayudar a procesarla. Tampoco podremos seguir actuando con liberalidad respecto de los fertilizantes o los pesticidas, los plásticos y tanto otro material no renovable ni biodegradable que todavía seguimos usando.
Hay por supuesto que asumir una forma de actuar con nuestro entorno, con lo que podríamos llamar nuestro ecosistema y pensar si estamos haciendo las cosas bien. De partida asumir que vivimos entre millones de seres vivos, que los humanos no somos los únicos que respiramos, que hay mucha vida que respetar en nuestro entorno. Pero ojo, no se trata de respetarlos porque así somos más buenas personas, sino porque también dependemos de ellos para vivir mejor. Así de sencillo y así de importante. Todo está unido, en la naturaleza nada camina por separado. Justamente por no entender eso, cortamos un bosque, contaminamos el mar, ensuciamos un lago o degradamos la tierra, sin pensar que todas esas acciones terminan conectándose en una sola tierra, un solo planeta, el único que tenemos para vivir.
Como parte de la celebración de los 50 años de trayectoria de la Empresa Periodística “El Observador”, hemos realizado un gran aporte al coordinar todos los esfuerzos de un grupo de científicos, instituciones y personas vinculadas a la defensa del medio ambiente, para poder publicar el libro “Conectados con nuestra naturaleza”, que hoy en día los expertos consideran el mayor aporte a la educación ambiental realizado en nuestra región.
Se trata de una obra de 170 páginas a todo color, dividida en 20 capítulos, donde hemos reunido una completa guía del patrimonio ecológico del Parque Nacional La Campana, la Reserva de Peñuelas y la cuesta La Dormida, un conjunto geográfico que la Unesco declaró Reserva de la Biósfera, por su valor natural y su diversidad. Cada sector con sus planos, sus senderos y su riqueza como ecosistema.
En cada capítulo hay un ejercicio para que jóvenes alumnos puedan desarrollar experimentos, observaciones o recolecciones. Se aborda en especial el suelo, el agua, los árboles, los pájaros, los arbustos, las hierbas y flores, los insectos, los mamíferos, los anfibios y reptiles. También hay un capítulo para Charles Darwin, para el turismo y las actividades económicas en la reserva.
El libro contó con el auspicio de ISA Interchile, CONAF y la participación de cuatro científicos que elaboraron los textos en los que se explican los principales procesos de la naturaleza. Nosotros hicimos la producción general de todos los contenidos e imágenes, para alcanzar el libro que se ha transformado en texto guía en muchos establecimientos.
El libro no se vende, pero las bibliotecas y establecimientos que no lo han recibido en nuestra zona, y que tengan interés en tenerlo como material de educación ambiental, lo puedan solicitar a través del sitio web de “El Observador”, donde se les dará la respuesta correspondiente y se les dirá el día que pueden retirarlo desde las distintas oficinas del diario.
Este aporte es nuestra forma de celebrar el Día de la Tierra y reiterar nuestro compromiso como medio de comunicación, con la defensa del medio ambiente.