Aseguran que creó un ecosistema en su hogar donde usan agua utilizada en la ducha, lavamanos y lavadora
PETORCA.- La innovación en tiempos de crisis siempre es aplaudible, más aún cuando un joven matrimonio se propuso hacer un cambio radical en el uso del agua en la Provincia de Petorca.
Jimmy González Donoso junto a su esposa Pamela Romero comenzaron a tomar conciencia sobre la dramática situación medioambiental y hace cuatro meses, luego que el agua cada vez estaba siendo más escasa en la zona, se propusieron invertir en un sistema para reutilizar el agua usada en la ducha, lavamanos y lavadora.
“Nació por el cariño enorme que le tengo a la naturaleza. Hace cinco años que hizo un jardín y como el invierno fue muy crítico, donde no llovió, íbamos a estar en la obligación de sacar parte de nuestro bosque”, dijo Jimmy.
El terreno donde se encuentra su casa, ubicada cerca de la costanera del río Petorca, cuenta con 900 metros cuadrados, 200 de ellos compuesto por la creación de su propio ecosistema con plantas y árboles. La preocupación de perder algo que había plantado, hizo que cambiaran el sistema de riego. Fue así como instalaron un estanque de mil litros “que se enterró en el piso y como somos los dos, en tres días lo llenamos y tenemos para regar nuestro bosque”.
Los cambios se hicieron notar la primera semana. “Fue la mejor idea, porque al final no es mucho el gasto, pero es un beneficio gigante. En la semana recupero dos mil litros y me sobra agua para regar los arbolitos. Antes no daba abasto, regaba por sector y con el cambio, logré revivir el bosque”, asegura Jimmy.
Ahora el agua del pozo que tiene para el consumo no lo ocupa en regar. Dice que entre el estanque enterrado, más la bomba, las cañerías y la manguera de 40 metros, gastó cerca de 115 mil pesos. “Ahora los árboles nativos como quillay, peumo, aromo, molle y los árboles ornamentales como el crespón, viven 100% con esa agua”, contó Jimmy.
Y no tan solo ha logrado crear este tipo de bosque, sino que también se incorporaron abejas, lagartos y pájaros, que por las mañanas “saludan” con su tradicional canto.