Nostálgica madre pidió a artistas de San Felipe pintar enorme mural de su hija en el costado de su casa

Publicado el at 1:50 pm
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Con sólo una fotografía en mano, Juan José Chaparro y Alan Salinas retrataron a la joven que se encuentra en una pasantía en Alemania

SAN FELIPE.- “Nos pidió este mural para tener a su hija presente mientras ella está de viaje”, cuenta Juan José Chaparro Benavides, de 37 años, quien vive en el sector “Luis Ovalle” en San Felipe y fue uno de los muralistas que dio vida a esta singular imagen, que muestra a una mujer caminando entre medio de inmensos parronales.

Fue por la nostalgia de la madre y dueña de la casa ubicada en el sector “El Mirador”, en San Roque de Panquehue, que nació el encargo, cuenta este joven que estudió Licenciatura en Artes en la Escuela de Bellas Artes de Valparaíso y ahora es profesor. Juan José, además creó el colectivo “Trekan” de arte callejero junto a Alan Salinas Saavedra, su amigo de 32 años, con quien también pintó este mural.

Como comenta, la historia de la fotografía con la que trabajaron para llevar a cabo el mural es bastante especial, ya que “la chica de la imagen se fue hace algún tiempo a Alemania a hacer una práctica de enología. Entonces, en parte para recordarla, para tener la imagen de ella, y me imagino que para tenerle una sorpresa cuando ella vuelva, se pintó esto”, señala Juan José.

El trabajo tardó tres días, en los que pintaron desde las dos de la tarde hasta las 20 horas. Juan José, Alan y además el pequeño Benjamín, de 5 años -hijo de Alán-, quien los ayudó y acompañó, lograron darle una gran satisfacción a la dueña de la casa, a quien “le gustó mucho el trabajo, la señora sabía que la pintura estaba tal cual la foto”.

AL “OJÍMETRO”

Este encargo en particular fue una experiencia diferente a todas las otras que habían tenido estos artistas, ya que la idea era “hacer realismo en el mural”, lo que se complicó un poco porque la fotografía no era muy nítida, explica Alan –quien es diseñador publicitario, pero que actualmente trabaja en una mina- y se perdían algunos detalles del rostro de la mujer.

Además de esa complicación, estos jóvenes artistas buscaron varias maneras de marcar la imagen en la muralla, pensando que lo podrían hacer de noche con un proyector, sin embargo, eso no fue posible porque no se permitieron trabajos nocturnos.

Así que, tal como lo cuentan estos muralistas, marcaron la imagen en la muralla “al ojímetro”, teniendo cuidado de que las proporciones quedaran bien.

Finalmente, el mural terminó siendo manchas y sombras perfectamente trabajadas y que son, al final, una percepción visual que se logra apreciar sin reparos.

“A los vecinos del sector les encantó, vivieron parte del proceso y además fue algo nuevo para ellos porque en ese tipo de condominio no se suele ver murales”, cuentan estos dos sanfelipeños amantes del grafitti y el muralismo.

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