Desde hace años que el Tribunal de Familia ordenó búsqueda del padre, pero nunca lo encuentran
NOGALES.- Un drama vive una joven madre de trillizos en esta comuna. Desde hace casi ocho años que el padre de sus hijos no cumple con las obligaciones que le ha impuesto el Tribunal de Familia de Quillota. Pese a que ambos llegaron a una resolución, luego de terminada su relación de pareja, a través del juzgado, no ha conseguido que cumpla el compromiso y la sentencia judicial. Sólo pagó lo comprometido por un tiempo y luego se le descontó por planilla.
Para eludir el pago, el padre dejó su trabajo en una importante empresa de montajes mecánicos y se dedicó a labores esporádicas, para no pagar los alimentos de sus hijos. De todas maneras le va, económicamente, bien. Vive en un condominio con una nueva pareja y tiene hasta automóvil, pese a que la justicia limitó el uso de su licencia de conducir, determinó su arraigo nacional, y hasta su reclusión nocturna en la cárcel y le sacó la cuenta de cuanto debía a sus tres hijos: 11 millones 500 mil pesos.
La madre, de 33 años -que guarda su nombre por eventuales represalias- ha tenido que asumir sola la mantención de los trillizos, que ya se empinan sobre los 11 años, pues el padre ha logrado burlar todas las acciones que ha dispuesto el tribunal, cambiando de trabajo, de domicilio y escondiéndose de la policía. Ahora está trabajando en un taller mecánico de La Calera. Entretanto, para alimentar a los trillizos, la madre debió demandar a sus ex suegros, los que aportan una cantidad menor porque no tienen más.
La joven mamá, que estudia Trabajo Social, dice que su caso puede ser especial por el hecho que sus hijos son trillizos, “pero que es una realidad que ella conoce muy bien, con muchas madres que deben hacer muchas gestiones para conseguir el pago de los padres por el derecho de alimentos de sus hijos. No es un tema sólo mío, es un derecho de los niños que toda madre debe hacer cumplir. Yo, felizmente, he logrado recrear mi vida con otra pareja y tengo una niñita. Pero más allá de eso, hay una responsabilidad del padre de mis tres hijos”.
Aunque los dardos de la madre apuntan a los policías que deben cumplir las órdenes del Tribunal. “No puede ser que una sepa dónde vive, qué hace, donde está. Pero cuando va la policía no lo encuentra. Aunque no creo que sea sólo una problema sólo de ellos, sino también de la asesoría del padre de mis trillizos, que se burla de un derecho y de un tribunal. Todo lo que tiene no está inscrito a su nombre, para no pagar la alimentación de sus hijos. No es un tema solamente mío. El sistema es tan ineficiente pues permite que millones de madres deban dejar los pies en la calle para alimentar a sus pequeños ya que al padre se le olvido su responsabilidad de tal, que no acaba con su alejamiento de la casa”.
Foto: Referencial