Familiares reclamaron hasta en el Ministerio de Salud y su esposo habla de la deshumanización de los funerales
NOGALES.- Desde que tuvo que sepultar a su esposa, Pedro Saavedra Jofré no ha dejado de lado su pena. Han pasado casi dos semanas de aquello y aún sufre. Y no sólo porque ella ya no está con él, sus hijas y sus nietos, sino también por no haber podido darle una despedida como él hubiera querido.
El recuerdo de su mujer, María Josefina Marchant Astudillo, se mantiene latente en su memoria y la describe con la misma ilusión de aquella primera vez que la vio. Él cuenta su historia de amor, olvidando su pena por unos instantes, aunque luego vuelve a su dolor.
“Mi esposa tenía hígado graso, una enfermedad de la familia. Por eso enfermó y fue hospitalizada. Cuando murió, el 20 de junio, fue una locura. Aparte de la pena, no pudimos ni velarla y hasta se nos limitó el ingreso de la familia al Cementerio”, afirma Pedro.
Además, dice que “el trato fue inhumano. Puedo entender que estamos en pandemia, pero faltó humanidad. Vi al Presidente Sebastián Piñera en el funeral de su tío y me pregunto, ¿por qué nosotros no pudimos despedir a mi señora como él a su tío? ¿Acaso no somos todos los chilenos iguales?”.
A pesar de ello, se alegra al recordar la despedida que le dieron a su señora los vecinos de la Población “Juanita Fernández” de El Melón. “La carroza funeraria dio una vuelta por la población y la gente estaba en las calles. Le tiraban flores, aplaudían y le gritaban `¡Adiós, María!´. En una esquina estaba la foto de ella en una silla convertida en un pequeño altar de flores”, comenta.
CERTIFICADO DE DEFUNCIÓN
Pedro Saavedra prefiere quedarse con ese recuerdo de la gente de su población, mostrándole solidaridad y cariño a su esposa. Aunque tiene otra molestia que también le duele: “Mi mujer murió de una hepatitis y un paro cardiorrespiratorio. Pero, en el Certificado de Defunción, pusieron que era sospechosa de Coronavirus”.
Y su lamento se sustenta en que, a raíz de eso, se aplicó el protocolo por Covid-19, lo cual puso más trabas a la despedida de su esposa. “Mis hijas -agrega- reclamaron hasta en el Ministerio de Salud, pues a mi señora se le hizo, en el mismo Hospital, el examen del virus y salió negativo”. Pedro Saavedra asegura que el reclamo de ellas tuvo efecto, ya que les confirmaron como causa de muerte los problemas del hígado y el corazón y no el Covid-19.
Aunque el protocolo de las exequias mortuorias señala las mismas limitaciones en cuanto a la cantidad de personas para cualquier situación en medio de la pandemia, Pedro Saavedra, en su enorme pena, está seguro de que su María Josefina debió ser despedida de otra manera. Aunque, el homenaje de sus vecinos de la Población “Juanita Fernández”, le alegra inmensamente los recuerdos.
