Sus padres han realizado incontables esfuerzos para poder salir adelante junto a ella y sus otras tres hijas
QUINTERO.- Florencia Flores González nació hace seis años en el Hospital “Gustavo Fricke” de Viña del Mar. Sus padres, Roberto Flores Cobal de 43 años y Sonia González Couchot de 35, estaban felices con la llegada de su segunda hija, pero la vida los sorprendería amargamente.
Alrededor del año y medio notaron que algo no andaba bien, ya que la pequeña no tenía fuerzas y perdía el equilibrio con facilidad. Luego de varios exámenes recibieron un lapidario diagnóstico: sufría de hemiparesia derecha, enfermedad que disminuye la fuerza motora y afecta un brazo y una pierna del mismo lado del cuerpo.
Sin perder el ánimo, Roberto y Sonia acompañaron a su hija en una serie atenciones médicas y operaciones que arrojaron muy buenos resultados en términos de salud, pero que dejaron varias complicaciones económicas en el hogar.
Por lo mismo, Roberto comenzó a trabajar haciendo “pololitos” para de esta forma costear los traslados diarios a Valparaíso y el cuidado de las otras tres niñas que completan esta familia.
Un punto relevante en la historia de esta esforzada familia quinterana es que han recibido un apoyo constante por parte de la Teletón, lo que fue valorado por el padre de Florencia. “Estoy feliz, yo le agradezco a todos por formar parte de la recuperación de mi hija, si no fuera por quienes colaboran hubiera sido imposible salir adelante tan rápido”.
De hecho, Florencia fue operada hace una semana del talón derecho en la clínica Ciudad del Mar, de manera gratuita. Pero además, desde la Teletón le comentaron que el traslado será subvencionado por ellos. “Esto es otro gran aporte ya que los viajes cuestan entre 15 a 20 mil pesos, esto nos emociona”, manifestó el padre de la menor.
La pareja se consiguió durante el verano un carrito para vender las cosas que prepara Sonia en la playa El Durazno, logrando con este emprendimiento sostener a su familia. Por lo mismo, ahora su sueño es obtener el permiso municipal para trabajar y tener un ingreso permanente.
Les ha costado salir adelante pero tienen fe. “Florencia es una lucecita alegre, es buena y sabe destacar. Es natural, me ha enseñado mucho. Con estudiar y siendo honesta uno puede llegar muy lejos”, finalizó Roberto.