Por Roberto Silva Bijit
Fundador Diario “El Observador”
Nos tienen bombardeados con malas noticias por todos lados. Que el caso audios va a seguir reventando con más gente imputada, que se movieron 400 detectives para la captura de un grupo peligroso del Tren de Aragua en Limache y Villa Alemana, que el portonazo de última hora, que los políticos no se ponen de acuerdo en nada, que el Presidente se cree opinólogo, que las cámaras muestran claramente el modus operandi de los ladrones, que ahora los delincuentes se mueven en manadas, que los candidatos están pensando colgarse de los postes para que los vean, que la economía sigue cayendo, que al buque llamado Chile le está entrando agua por todos lados.
Por eso es tan necesario para todos que tengamos un respiro dieciochero. Que por una semana hagamos un alto al fuego y podamos disfrutar en familia y en comunidad la celebración de un nuevo cumpleaños de Chile.
Esperemos un poco de paz, mucho respeto y harta unidad, para que recuperemos la idea de que somos un solo pueblo, que todos tenemos las mismas preocupaciones y que no por el color político que cada uno puede tener, debamos ver al país en cuadritos, separado, dividido a más no poder, con una incapacidad casi enfermiza de ponernos de acuerdo en cosas indispensables para la mejor vida de todos los chilenos.
La Patria no es un invento de los historiadores, muy por el contrario, hay un respaldo de dos siglos de vida como país independiente, donde hemos consolidado una forma de ser chilenos, donde hemos vivido tiempos buenos y tiempos malos, pero siempre hemos salido adelante, sean guerras, revoluciones, terremotos, dictaduras o maremotos.
Hemos desarrollado una capacidad para sobreponernos que debemos volver a poner en marcha. El país necesita de todos nosotros para construir algo permanente. Ya estamos cansados de ver la forma absurda en que funcionan las mentes de algunos políticos, que les impide ponerse de acuerdo, a pesar de que la única forma de lograr algo es juntándose por el bien de la mayoría.
Este relajo debería hacernos pensar en lo mal que está la cosa, en los años que nos costará retomar el ritmo que llevábamos, en los miles de muertos por listas de espera, en la falta de autoridad ante la delincuencia, en la crisis educacional y tantos otros problemas que tienen una solución en los acuerdos políticos.
Y todo lo que vemos hoy en día son desacuerdos. Discursos de odio. Mensajes por redes sociales con cuchillazos por la espalda. Un debate público miserable, sin altura de miras, sin la grandeza que Chile se merece.
Y como si todo eso fuera poco, siguen entrando extranjeros ilegales, siguen creciendo las redes del narcotráfico, cada vez se ven más armas en los allanamientos, en el sur el grupito de mapuches violentos sigue quemando lo que pilla, la droga capturada suma cientos de millones de dólares. Y nada parece inmutar a la autoridad. Hacen otra reunión para hacer como que hacen. No hacen nada. Ni cárceles, ni buenos cuarteles, ni buenos sueldos para las policías, ni inteligencia policial, ni leyes para protegerlos para que nos protejan ni nada que nos lleve a una solución de los gravísimos problemas de seguridad que nos maltratan. ¿Quién nos devolverá la paz que teníamos antes?
Por lo menos en su casa, en estos días de relajo, tratemos de pensar que somos un país que, aunque tengamos diferencias, tenemos un destino común. Pensemos también que vienen elecciones, que vienen tiempos de cambio, que tenemos que pensar muy bien por quién vamos a votar, para intentar -entre las personas que se ofrecen- lograr quedarnos con los mejores en los puestos públicos a los que postulan.
Queda solo una semana para que el relajo dieciochero nos dé un respiro de paz en este agitado país.
Fotografía Redes Sociales.
