Actividad se realizaba el viernes en el anfiteatro del Parque Urbano
LOS ANDES.- El viernes, la Municipalidad de Los Andes organizó una actividad para conmemorar el Día Internacional de la Mujer en el anfiteatro del Parque Urbano, siendo interrumpida por un grupo importante de mujeres que exigían el término del show de Fabrizio.
A raíz de ello, la Municipalidad de Los Andes hizo una declaración pública, señalando que “muchas de las demandas levantadas por el Movimiento 8M las compartimos plenamente y celebramos que la mayoría de las marchas realizadas en el país, hayan sido un ejemplo no sólo en convocatoria, sino de la forma pacífica y respetuosa como se desarrollaron”.
Continúa: “Creemos profundamente que todos debemos colaborar y poner de nuestra parte, desde el lugar en donde estemos, para que las mujeres tengan las mismas oportunidades que los hombres y no exista ningún atisbo de diferencias o discriminaciones”.
Agrega: “Como Municipalidad, vivimos a diario preocupados de plasmar lo antes señalado; prueba de ello, es que los equipos municipales de nuestro equipo más cercano de colaboradores mayoritariamente lo componen mujeres, y su labor la realizan con un alto nivel”.
A ellos se suma: “La convocatoria a manifestarse en Los Andes, siempre contó con nuestra simpatía, porque refleja los nuevos tiempos que vive nuestra sociedad y el mundo. Podremos discrepar de algunas de esas demandas, aplaudimos y celebramos con fuerza la fortaleza de cómo las mujeres levantan sus reclamos legítimos. Son demandas muchas de ellas que cuentan con apoyos transversales, aun cuando algunos grupos o políticos, creen que pueden aprovecharse de esto o tener el monopolio de defenderlos”.
Añade: “Pero con esa misma fuerza, alzamos nuestra voz para reclamarles a un grupo minoritario de mujeres, que la tarde del 8 de marzo, fue a agredir a otras mujeres; que ejerciendo lo que ellas mismas exigen: libertad para elegir, hayan violentado a otras niñas, jóvenes, madres y abuelas, que disfrutaban de una actividad, la cual no compartían o las incomodaba, pero era tan legítima como la de ellas. Esas cerca de 1000 mujeres andinas también fueron agredidas y maltratadas, por otro grupo de mujeres haciendo precisamente todo aquello que no quieren que les hagan y que todos anhelamos que no exista más en nuestra sociedad.
Continúa: “Fuimos testigos, de todo lo contrario por lo que ellas luchan y que nosotros respaldamos: piden y reclaman tolerancia y fueron absolutamente intolerantes; piden y reclaman respeto y fueron absolutamente irrespetuosas; piden y reclaman libertad para tomar sus propias decisiones y no fueron capaces de respetar la decisión de otras”.
Y por último, indica: “En conclusión, respetamos, respaldamos y hacemos nuestra muchas de las legítimas demandas planteadas por las mujeres que se manifestaron el 8M en Los Andes, pero rechazamos la violenta agresión de la que fueron objeto cientos de vecinas que ejercían su derecho de libertad a elegir qué hacer, dónde estar y qué ver y que intentó ser conculcado por un grupo de violentistas”.