Gracias a su preparación previa como deportista y la aparición de un arriero pudo ser auxiliado, al día siguiente, por equipos de rescate
LOS ANDES.- Uno de los paisajes más hermosos del valle de Aconcagua está en la Laguna El Copín, cuya extensión abarca las comunas de San Esteban y Santa María. Su bello entorno motiva a que una cantidad importante de visitantes llegue al lugar, ya sea para pasear o practicar deportes como el senderismo o incluso el motocross.
Pero al mismo tiempo, la majestuosidad del lugar se vuelve traicionera, toda vez que una gran cantidad de situaciones de riesgo han tenido como punto de origen los cerros que rodean este sector cordillerano.
Sin ir más lejos, este fin de semana pudo ocurrir una tragedia, que de no mediar por la preparación y el ingenio del protagonista, su desenlace hubiese sido distinto al ocurrido.
Todo partió cuando dos amigos, amantes de las motocicletas, decidieron ir a recorrer los contornos del cerro que rodea la laguna. La tarde del domingo era agradable y nada hacía presagiar lo que ocurriría después.
PERDIDO EN LA CORDILLERA
De acuerdo a Carabineros, “dos amigos andaban en moto y uno de ellos quedó muy atrás, por lo que se extravió”, explicó el capitán Víctor Torres.
En efecto, el perdido era Nelson Ibaceta, quien quedó con su moto atrapada en plena cordillera. Sin poder desatascarla, optó por dejar la máquina abandonada y seguir a pie. Pero terminaría perdiendo el rastro y dando paso a una verdadera carrera por sobrevivir.
Había todavía sol en plena cordillera cuando Nelson envió un mensaje por Whatsapp a su amigo Richard Contreras, quien se encontraba en Los Andes. El escrito decía que estaba extraviado.
Pero por no tener cobertura telefónica, el Whatsapp recién entró al teléfono de Richard en horas de la noche. “Me llegó un mensaje que decía que él estaba extraviado. Primero pensé que era una broma, pero al ver que era verdad comencé a llamar a algunos muchachos. Me fijé que su mensaje lo envió en la tarde pero me llegó a las 11 de la noche, por lo que presumo que justo pasó por un lado donde había señal”, comentó Richard, quien también participa de un club de enduro.
De acuerdo al relato de su compañero, Nelson tomó un camino equivocado llegando hasta una superficie que lo dejó atrapado. Con el paso de las horas, y al ver que no era posible sacar la moto del lugar donde quedó enterrada, optó por dejarla abandonada y comenzar a caminar, cuando el día ya comenzaba a terminar.
Paralelamente, a esta hora Bomberos y equipos de rescate buscaban al motorista andino sin resultados.
NOTABLE SUPERVIVENCIA
Una vez que llegó la noche, comenzó la preocupación. Las bajas temperaturas amenazaban la vida del deportista. De acuerdo a lo que Richard pudo conversar con Nelson, éste comenzó a caminar a fin de mantener su cuerpo a una temperatura estable y evitar sufrir una hipotermia.
A medida que encontraba una quebrada ingresaba a ella, donde se refugiaba del viento y permanecía por un tiempo prudente, hasta que el mismo frío en su cuerpo lo obligaba a levantarse y emprender su marcha. Siguió con esta rutina durante toda la noche, casi sin parar, logrando respirar con alivio cuando los primeros rayos de sol aparecieron en la cordillera.
Habían pasado diez horas de su tortuosa noche, cuando afortunadamente Nelson fue divisado por un arriero, quien ayudó a que se encontrara con los equipos de rescate, siendo previamente trasladado en mula hasta el punto de encuentro desde donde sería llevado hasta el hospital.
“Estuvo allí con suero. No estaba lastimado pero estaba tiritando, probablemente debido al frío. Como uno practica este deporte siempre se está preparado, en caso de quedar botado, tal como le pasó a él. Lo bueno es que pudo resistir las temperaturas y nunca se dio por vencido. Él realmente me dijo que estaba congelado, pero al caminar lograba sentirse mejor”, afirmó Richard.
A través de su Facebook personal, Nelson agradeció a todos aquellos que se preocuparon por él: “no fue fácil pero aquí estamos bien. Con mucha emoción, muchas muestras de cariño. Un abrazo grandote a todos: bomberos, motoqueros, carabineros, Samu, compañeros de trabajo, amigos, familia, arrieros, gracias infinitas a todos los que estuvieron conmigo”.