Comenzó hace 4 años con esta innovadora iniciativa mezclando su trabajo formal con su pasión por las infusiones
RINCONADA.- La consultora de marketing Euromonitor International realizó un estudio respecto al consumo de té en Latinoamérica, donde Chile lidera el ranking con 428 tazas por persona al año. Le siguen Argentina, con 95 tazas per cápita; Uruguay, con 80; y Bolivia, con 75. Esta arraigada costumbre también se vive en el valle de Aconcagua, donde además del consumo casero ha crecido la demanda por productos importados.
Diferentes tipos de infusiones están a disposición de quienes quieren disfrutar del aroma y sabor del té, lo que ha permitido el aumento de establecimientos que cumplen con dicha demanda. Dentro de este mundo, una emprendedora rinconadina ha ido más allá, ya que diseñó una idea de negocio donde aquellos exquisitos sabores pueden ser degustados sin necesidad de salir de casa.
Se trata de Alejandra Castro, matrona de profesión y desde hace 4 años sommelier de té. Oriunda de Santiago, tras egresar de la Universidad de Chile recibió un llamado para trabajar en Putaendo, lo que le permitió afianzar sus primeros pasos en el valle de Aconcagua. Fue en dicha comuna donde conoció a su esposo y formó su familia, decidiendo hace 10 años radicarse de forma definitiva en la zona, convirtiendo a Rinconada en su hogar.
“Me enamoré de la zona, ya que me permitió ejercer salud tal como me gusta”, reconoció entusiasmada Alejandra. Eso sí, desde pequeña tuvo una veta de comerciante. Le gustaba hacer negocios como hobbie hasta que fue “desafiada” por su esposo. “Mi hermana vive en Austria, y junto a su esposo le regalaron té a mi marido. Desde allí, comenzamos a probar diferentes variedades”, afirmó Alejandra.
Añadió “una vez me trajeron un té en un formato muy bonito, y mi esposo me dijo: te apuesto a que no eres capaz de traer este té y venderlo. Fue tanto el énfasis que le puso, que me propuse hacerlo, sin saber de negocios. Comencé a venderle a mis compañeros de trabajo y empecé a llegar a gente desconocida”. De esta forma, nació su emprendimiento llamado “ConPlacer Té”.
Como comenzó a irle bien se propuso estudiar, empezó de manera autodidacta para después hacerlo en Argentina. “Pude relacionar mi profesión del área de la salud con este nuevo oficio al que me quería dedicar. Siempre pregunto si la persona sufre alguna enfermedad de base para saber qué tipo de té le puedo recomendar”, comentó la emprendedora rinconadina.
De hecho, el 80% de sus ventas corresponde justamente a personas que buscan una infusión según sus propiedades. “Me di cuenta que no podía vender algo que no conocía, eso me motivó a estudiar. No se trata de mezclar un par de cosas, envasar y vender. Se deben respetar tiempos y los componentes del producto. La gente a veces busca solo un rico sabor, pero yo apunto a las propiedades del producto y cómo pueden ayudar a la salud”, sostuvo Alejandra.