Antigua cofradía es considerada Patrimonio Cultural Inmaterial
LA LIGUA.- Si bien no hay fecha exacta de su fundación, el Baile Chino Nuestra Señora del Rosario de Valle Hermoso es una de las cofradías más antigua del país. Hace más de 100 que comenzaron con la tradición que se mantiene vigente hasta la actualidad.
Esta manifestación religiosa conjuga los sonidos de las flautas y tambores con danza y cantos. Desde 1930, cuando tenía apenas 17 años, Ernesto Páez que al frente del baile asumiendo con mucha dedicación su misión, pasando semanas confeccionando las vestimentas, elaborando flautas y tejiendo las fajas tricolor que se cruzan en el torso.
Este antiguo legado lo mantienen vigente una veintena de hombres y una sola mujer, Katia Orellana, petorquina de 20 años, que atraída por el sonido de las flautas, hoy encabeza su interpretación junto a su padre y su hermano. “Es un honor para mí ser parte de este baile religioso y ser la única mujer que ha tocado este instrumento. Ojalá pudieran sumarse más mujeres, porque es una tradición que no se puede perder”, comentó.
UN SIGLO
Si bien Ernesto Páez no es el fundador del baile, ha sido el responsable de darle la continuidad a esta tradición, asumiendo con gran devoción ese rol. Es por ello que, el pasado sábado, la familia Páez decidió celebrar por primera vez un aniversario de la organización, pese a que no existe una fecha oficial de fundación.
Tras realizar diversas actividades para reunir fondos, la familia Páez y sus colaboradores, ofrecieron una cena de celebración del baile. En la actividad se vivió un emotivo momento junto al alférez Casimiro Menay, quien se encuentra delicado de salud y con imposibilidad de movilizarse de manera autónoma, lo que lo ha mantenido alejado este último año de la cofradía.
“Para nosotros, como familia, es motivo de orgullo y alegría poder reunirnos y celebrar este aniversario. Solo sabemos que el baile se fundó en el mes de marzo, hace más de cien años atrás y mi abuelo Ernesto Páez fue un hombre importante para que el baile se mantuviera hasta hoy. Y para nosotros resaltar su legado es motivo de emoción y orgullo”, señaló Jeannette Páez.
En la cena se mostraron registros de sus participaciones
“Chino” es una palabra de origen quechua que significa “servidor” o “sirviente” y es lo que han hecho estos devotos de la Virgen, plasmando su fe a través de esta expresión considerada única en el mundo, que sigue vigente y que es parte de la identidad y la historia del pueblo mariano.
